- Sequía amenaza operación de centrales hidroeléctricas en México.
- El panorama no es más alentador en Michoacán, donde la presa Infiernillo apenas llega al 53 por ciento de su capacidad.
- Luis Stone, CEO de ErgoSolar, propuso considerar el uso de las hidroeléctricas como una forma de «almacenamiento».
Expertos alertan sobre el riesgo que enfrentan las centrales hidroeléctricas en México debido a la sequía ocasionada por las olas de calor y los efectos del cambio climático.
Según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), varias presas utilizadas para la generación de electricidad se encuentran por debajo de los niveles óptimos de llenado.
En Chiapas, la presa de la Angostura apenas alcanza el 33 por ciento de su capacidad de agua, mientras que la presa Temascal en Oaxaca se encuentra al 39 por ciento y la presa Malpaso, también en Chiapas, al 43 por ciento.
El panorama no es más alentador en Michoacán, donde la presa Infiernillo apenas llega al 53 por ciento de su capacidad.
Datos del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) revelan que hasta el 6 de mayo, la generación hidroeléctrica acumulada en lo que va del año ha disminuido considerablemente en comparación con el mismo periodo del año anterior, pasando de 4 mil 666 gigavatios-hora en 2022 a 3 mil 801 gigavatios-hora en 2024.
La situación se agrava con presas como La Yesca en Jalisco, con un 56 por ciento de llenado, y El Cajón en Nayarit, con un 68 por ciento, según los datos hasta el 28 de mayo.
Hugo Rojas, experto en economía del agua, destacó que México ha experimentado sequías importantes en los últimos tres años, lo que, combinado con la temporada de estiaje, ha afectado la disponibilidad de agua tanto para consumo humano como para generación eléctrica.
Sequía amenaza operación de centrales hidroeléctricas en México.
Rojas subrayó la interdependencia entre el agua y la energía, señalando que el 5 por ciento de las concesiones de aguas nacionales para hidroeléctricas representa aproximadamente el 14.6 por ciento de la generación eléctrica nacional.
Rojas explicó que la falta de lluvias y la sequía impactan negativamente la generación eléctrica de las hidroeléctricas, lo que coincide con un aumento en la demanda de energía debido al incremento de las temperaturas.
Además, la baja disponibilidad de agua afecta tanto la generación eléctrica como el suministro de agua para las ciudades, lo que genera un doble impacto en la población.
La generación hidroeléctrica requiere volúmenes y caudales específicos para funcionar correctamente, y la escasez de agua dificulta el mantenimiento de estos requisitos.
Luis Stone, CEO de ErgoSolar, propuso considerar el uso de las hidroeléctricas como una forma de «almacenamiento» de energía.
Esto implica utilizar el agua disponible en momentos de alta demanda energética, aprovechando las centrales hidroeléctricas como base de generación.
En resumen, la escasez de agua debido a la sequía amenaza la operación continua de las centrales hidroeléctricas en México, lo que destaca la necesidad de estrategias innovadoras para garantizar el suministro de energía en tiempos de crisis climática.
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