- Nearshoring se reactiva en México pese a tensiones comerciales.
- Fibra MTY y Escala reportan inversiones millonarias.
- El futuro dependerá del T-MEC y condiciones locales.
Empresas inmobiliarias y del sector industrial reportan un repunte en inversiones, aunque persisten dudas por los aranceles de Trump y la revisión del T-MEC.
El huracán Trump parece haber amainado para México. Aunque persisten tormentas como el arancel del 50% al acero y al aluminio, los primeros indicios de estabilidad ya se dejan ver. El nearshoring, uno de los pilares económicos del país, comienza a recuperar impulso tras meses de incertidumbre.
Javier Llaca, director de Operaciones y Adquisiciones de Fibra MTY, afirma que tras una desaceleración a finales de 2024, la demanda por inmuebles industriales repuntó en abril. El fideicomiso planea invertir 400 millones de dólares en propiedades industriales, como la reciente adquisición de un centro logístico operado por Mercado Libre en Guanajuato.
“El nearshoring nunca desapareció, pero las empresas estaban esperando mayor claridad. Ahora vemos proyectos que se habían detenido, volver a activarse”, afirma Llaca.
Manufactura, clave para la economía
La manufactura representó el 22% del PIB mexicano en el primer trimestre de 2025. Esta interdependencia económica con Estados Unidos se ha vuelto difícil de deshacer, incluso ante tensiones arancelarias.
Pedro Valdés, director de la desarrolladora Escala, coincide en el repunte. Su firma gestiona proyectos clave como la expansión de BMW en San Luis Potosí y la construcción de una planta de Volvo de 700 millones de dólares para camiones pesados. “Vemos una reactivación clara, sobre todo en automotriz y logística”, comenta.
Cautela asiática y retos pendientes
Sin embargo, no todo es optimismo. Empresas chinas como BYD han pausado sus planes ante la retórica agresiva de Trump y la falta de certidumbre en reglas comerciales. Valdés advierte que muchos proyectos asiáticos “siguen en evaluación, sin luz verde aún”.
Todo apunta a que el futuro del nearshoring dependerá en gran medida de lo que ocurra en la próxima revisión del T-MEC, programada para septiembre, así como de la inversión en infraestructura, energía, seguridad y certeza jurídica en México.
Aunque sectores como el automotriz, los electrodomésticos y la logística siguen creciendo, el empleo manufacturero ha bajado: más de 100,000 empleos se perdieron en lo que va del año, lo que plantea dudas sobre la recuperación sostenida.
Llaca concluye: “Podríamos estar al borde de una segunda gran ola del nearshoring, pero necesitamos que se alinee la política comercial con una estrategia nacional sólida”.
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