Videocolumna| El escándalo interno en Morena Coahuila dejó al descubierto las contradicciones del partido, mientras mujeres como Cecilia Guadiana y Alejandra Salazar Mejorado se posicionan como nuevas figuras políticas en el estado.
ALTOCONTRASTE
Recientemente, Coahuila fue escenario de un escándalo político que prometía sacudir la estructura del poder en la entidad. El diputado local Antonio Attolini Murra lanzó duras denuncias contra el delegado del Bienestar, Américo Villarreal, y los legisladores Cecilia Guadiana y Alberto Hurtado, acusándolos de peculado y de usar programas sociales con fines políticos.
Un escándalo que parecía ser un golpe letal a la corrupción, pero… ¿qué pasó después?
Lo que parecía ser la mayor revelación sobre corrupción dentro de Morena se desvaneció rápidamente. En lugar de un desenlace ruidoso, el tema se apagó casi de inmediato. ¿Se midieron las consecuencias de las acusaciones? ¿O fue simplemente una orden de silenciar el conflicto antes de que causara más daño?
El inesperado giro de Attolini
Pero el protagonismo de Attolini no terminó ahí. En medio de este escándalo, la síndica de Torreón, Natalia Guadalupe Fernández Martínez, presentó una denuncia en su contra por violencia política de género, tras sus comentarios despectivos hacia ella.
¡Qué paradoja! Mientras Attolini intentaba destapar las corruptelas ajenas, él mismo se vio señalado por atentar contra la equidad de género.
Morena y sus contradicciones
Y mientras todo esto sucedía, Morena, que se vende como el partido que combate la corrupción y la desigualdad, parece atrapado en sus propias contradicciones. Si alguien aún duda de esto, basta con observar cómo, a nivel nacional, Morena está integrando a personajes como Miguel Ángel Yunes Márquez. Sí, el mismo Yunes que ha estado vinculado con el viejo régimen, hoy en las filas del partido de AMLO.
La oportunidad para las mujeres en la política
Sin embargo, en este enredo hay algo positivo: dos mujeres han ganado visibilidad en la escena política de Coahuila. La senadora Cecilia Guadiana y la regidora de Saltillo, Alejandra Salazar Mejorado, han demostrado su capacidad para sobresalir en un escenario tan adverso. Ambas tienen el potencial de dar el siguiente gran paso en sus carreras políticas y podrían cambiar el rumbo de la política estatal.
¿Y el PRI?
El PRI, por su parte, sigue luchando por mantener el control de su último bastión: Coahuila. Pero su gran problema es evidente: la falta de mujeres en puestos clave. El tiempo corre rápido, y las elecciones municipales se acercan. ¿Qué está haciendo el PRI para posicionar a nuevas lideresas? El reloj no perdona.
El mensaje es claro: Mientras algunos se enredan en escándalos, otros siguen sin abrir espacio a nuevas voces. La política en Coahuila avanza lentamente en términos de equidad de género.
Soy Héctor Esparza y esto fue Altocontraste, aquí en Contravía. ¿Tú qué opinas? Déjanos tu comentario y comparte este análisis.
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