• Registran otro abuso de policías en Ramos Arizpe.
• A dos repartidores de aplicaciones los detuvieron injustificadamente y obligados a pagar multas.
• Los hechos ocurrieron el pasado viernes 22 de noviembre.

Una vez más, la policía municipal de Ramos Arizpe se ve envuelta en acusaciones de abuso de poder. Esta vez, a dos repartidores de aplicaciones los detuvieron injustificadamente y obligados a pagar multas sin que se les acreditara ninguna falta administrativa ni penal.

Los hechos ocurrieron el pasado viernes 22 de noviembre, cuando Gustavo y José Luis, dos jóvenes repartidores, acudieron a una entrega en la colonia Portales del Valle, en Ramos Arizpe. Al salir de la entrega, los interceptó la patrulla 152, que sin ofrecerles explicaciones claras sobre su detención, los trasladó a la delegación policiaca. La única justificación que les dieron fue el uso de un teléfono celular para contactar al destinatario de la entrega, una pareja foránea que, al parecer, estaba envuelta en un conflicto familiar relacionado con una posible extorsión.

Tras varias horas de detención, los jóvenes lograron salir tras pagar una multa de 3 mil pesos. Sin embargo, los abusos no terminaron allí. Al intentar recuperar su motocicleta el lunes siguiente, les informaron que debían pagar cerca de 10 mil pesos adicionales, correspondientes a dos traslados y el ingreso del vehículo al corralón de Grúas San José, a pesar de que no se les había imputado ningún delito.

¿Para cuándo sanciones ejemplares?

Este no es el primer incidente que involucra a la policía de Ramos Arizpe en prácticas cuestionables. En agosto, se conoció el caso de José Alberto, un joven que murió mientras estaba bajo custodia policiaca, acusado injustamente de robo. La repetida naturaleza de estos abusos refleja una conducta institucional que parece haberse intensificado en los últimos meses, coincidiendo con el cierre de la administración del alcalde Chema Morales.

Finalmente este tipo de acciones pone en evidencia las fallas en el modelo de seguridad pública implementado en la región, que contrasta con los esfuerzos oficiales para mejorar la imagen de la policía en Coahuila durante el último año. La falta de medidas contundentes para sancionar estos abusos de poder y garantizar el respeto a los derechos humanos de los ciudadanos sigue siendo un tema pendiente en el municipio.