En estas fiestas… que se aplique la ley. Gerardo Aguado analiza las causas, riesgos y la importancia de aplicar la ley para prevenir accidentes.
El control de sustancias y materiales explosivos es una responsabilidad exclusiva de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), según la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos. Por otro lado, la Ley de Protección Civil para el Estado de Coahuila establece que corresponde a los ayuntamientos, a través de su presidente municipal, supervisar que los comerciantes de pirotecnia cuenten con permisos adecuados y cumplan con las medidas de seguridad necesarias. Además, tienen la facultad de aplicar sanciones, confiscar mercancías y clausurar negocios en caso de infracciones graves, siempre siguiendo el procedimiento legal.
La venta indiscriminada de pirotecnia ocasiona cada año muertes y lesiones, especialmente durante las festividades religiosas y la temporada decembrina. Según cifras, los accidentes por pirotecnia aumentan un 300% en esta época, afectando principalmente a niños de entre 5 y 14 años, quienes concentran el 60% de los casos.
Las lesiones más comunes incluyen quemaduras en manos, ojos y rostro, además de daño auditivo y, en casos graves, pérdida de extremidades. De acuerdo con el Sistema Nacional de Protección Civil, las quemaduras se distribuyen en manos (30%), ojos (28%) y rostro (15%).
Entre los productos más vendidos destacan cohetes, luces artificiales, rehiletes, petardos y explosivos aéreos. Sin embargo, la venta clandestina, sin permisos ni regulaciones, incrementa los riesgos de incendios, lesiones y pérdidas humanas. Los artículos de alto poder, como “palomas” y petardos, representan un peligro aún mayor, especialmente para niños y adolescentes.
Causas principales de accidentes por pirotecnia
- La Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos está desactualizada, ya que considera la pirotecnia como un producto bélico, ignorando su ciclo comercial (producción, almacenamiento y venta).
- Pocas denuncias y sanciones a la actividad clandestina en zonas urbanas.
- Falta de programas especiales de protección civil relacionados con la pirotecnia.
- Uso de materias primas altamente reactivas para reducir costos, lo que incrementa los riesgos de accidentes.
- Procesos de fabricación rudimentarios, transmitidos de generación en generación, que dificultan la estandarización y la calidad de los productos.
- Deficiente coordinación entre autoridades para regular, verificar y sancionar las actividades relacionadas con la pirotecnia.
La venta de pirotecnia ilegal ocurre principalmente en mercados ambulantes, puestos callejeros y tiendas no autorizadas. Los operativos municipales para combatir esta práctica han demostrado ser efectivos, especialmente cuando se acompañan de campañas de prevención y sensibilización.
En esta temporada de fiestas, es fundamental que las autoridades refuercen la vigilancia y que la ciudadanía colabore denunciando la venta ilegal de pirotecnia. Proteger vidas debe ser la prioridad.
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