- Cierran centros de rehabilitación en Torreón por irregularidades.
- Uno de los centros clausurados fue la Clínica de Rehabilitación San Miguel, ubicada en avenida Francisco I. Madero 939.
- Según Álvarez Garza, en ambos centros se detectaron malas prácticas en la atención a los internos.
Un operativo de revisión a los centros de rehabilitación en Torreón dejó al descubierto graves irregularidades en al menos dos establecimientos que operaban bajo el modelo de «anexo». Las inspecciones, realizadas por la Dirección de Prevención Social de la Violencia, la Fiscalía del Estado, Inspección y Verificación Municipal, la Dirección de Seguridad Pública Municipal, Protección Civil, Salud Pública y la Unidad de Derechos Humanos Municipal, resultaron en la clausura de estos espacios debido a diversas faltas.
Blanca Álvarez Garza, directora de la Unidad de Prevención Social de la Violencia, informó que se verificaron tres centros de rehabilitación, de los cuales solo uno cumplía con la documentación y los protocolos adecuados.
Bebidas alcohólicas y condiciones precarias
Uno de los centros clausurados fue la Clínica de Rehabilitación San Miguel, ubicada en avenida Francisco I. Madero 939, colonia Centro. Durante la inspección, se encontraron bebidas alcohólicas, objetos punzocortantes y malas condiciones para los internos. Además, en el lugar permanecían 13 adultos y dos menores de edad, quienes fueron puestos a disposición de la Procuraduría para Niñas, Niños y la Familia (PRONNIF).
El otro establecimiento cerrado fue «Mundo de Paz», ubicado en Corregidora 1440, también en la colonia Centro. Este sitio operaba sin los permisos ni documentos necesarios y presentaba condiciones de salud deficientes para las internas.
Hacinamiento y falta de regulaciones
Según Álvarez Garza, en ambos centros se detectaron malas prácticas en la atención a los internos, incluyendo la presencia de alcohol, objetos punzocortantes, preservativos, la ausencia de un plan de Protección Civil y la falta de licencias de funcionamiento. Además, se reportó hacinamiento de hombres y mujeres en la misma habitación, lo cual está prohibido por normativas sanitarias y de derechos humanos.
Ante la clausura, los internos de estos centros fueron trasladados a otras instalaciones con la autorización de sus familiares.
Urge mayor supervisión
La clausura de estos establecimientos evidencia la falta de regulación en algunos centros de rehabilitación, poniendo en riesgo la integridad y bienestar de los internos. Es fundamental que las autoridades refuercen las inspecciones y establezcan medidas más estrictas para evitar que estos espacios operen sin control, vulnerando los derechos de quienes buscan rehabilitación.
0 comentarios