- La nieta de El Chapo que busca hacerse un nombre en la música.
- Con su primer tema original, deja atrás los prejuicios y apuesta por su talento.
- Asegura que no pretende ocultar sus raíces.
Frida Sofía Guzmán Muñoz (Culiacán, 2005) no ha tenido una infancia común. Hija de Edgar Guzmán López —asesinado en 2008— y de Frida Muñoz Román, nieta de Joaquín El Chapo Guzmán e hijastra del boxeador Julio César Chávez Jr., la joven de 19 años ha crecido entre los reflectores del crimen organizado, el boxeo y la música. Pero hoy, lejos de los escándalos familiares, Frida Guzmán intenta abrirse paso en el regional mexicano.
«No tengo por qué avergonzarme de nada», dijo recientemente en entrevista, en referencia a su apellido. La joven cantante ha comenzado a forjar una carrera artística desde los 11 años, cuando decidió tomar clases de canto. En 2021 participó en el reality “Tengo Talento, Mucho Talento”, donde llegó hasta la final y obtuvo el tercer lugar.
De covers a su primer tema original
Su primer acercamiento público fue en 2020 con una versión del clásico Ya te olvidé de Rocío Dúrcal, que no tuvo gran impacto: apenas 2.700 reproducciones en Spotify. Más adelante lanzó otro cover, Leña de pirul, junto a Ely Rosario, que alcanzó casi 16.000 reproducciones.
En 2024, Frida Guzmán presentó «Andas contando», su primer sencillo original, un dueto con la cantante Cecy Millán, quien además coescribió la canción junto a Estrella Arzeta Diego. Este trabajo marca un antes y un después en la carrera de la joven, quien por primera vez no solo interpreta, sino que también es parte de un lanzamiento inédito.
Más que un apellido
En sus redes sociales —especialmente Instagram, donde acumula más de 115.000 seguidores— se presenta como una joven artista apasionada por el canto. Comparte videos musicales, sesiones de fotos y contenido viral de TikTok, mezclando la vida de influencer con la de cantante emergente.
Frida vivió gran parte de su vida en Los Ángeles, donde su madre se refugió tras el asesinato de Edgar Guzmán, su padre, en un ataque que primero se atribuyó a los Beltrán Leyva y luego, al Cártel de Sinaloa. Desde entonces, su historia ha sido contada en medios por la carga de su linaje, pero ella quiere contar la suya desde la música.
Pese a las críticas y prejuicios, Frida asegura que no pretende ocultar sus raíces. “La gente me tacha de ser alguien que no soy, pero no me avergüenzo. Ese apellido no se niega”.
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