- Escuelas en Coahuila ante el calor extremo: ¿Preparadas o desamparadas?.
- Sin embargo, estas acciones plantean interrogantes sobre la capacidad real de enfrentar los desafíos.
- Por otro lado, se destaca la participación de los planteles escolares en el programa federal «La escuela es nuestra».
En respuesta a la creciente preocupación generada por las altas temperaturas que azotan el estado de Coahuila, las secretarías de Educación y Salud han anunciado medidas destinadas a proteger la salud y seguridad de los estudiantes en las escuelas de educación básica.
Sin embargo, estas acciones plantean interrogantes sobre la capacidad real de enfrentar los desafíos climáticos y las deficiencias estructurales en el sistema educativo.
Emanuel Garza Fishburn, titular de la Secretaría de Educación (Sedu), ha afirmado que se están llevando a cabo reuniones con autoridades educativas y de salud, así como con directivos y administrativos escolares, para establecer un plan de contingencia ante el calor extremo. Este plan contempla la posibilidad de reducir la jornada escolar o suspender las clases presenciales en municipios de las regiones carbonífera y norte, donde las condiciones climáticas son más severas.
Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, persiste una preocupante falta de infraestructura en las escuelas públicas de la región. Se han señalado deficiencias en techumbres, aire acondicionado y otros elementos esenciales para garantizar un entorno seguro y confortable para el aprendizaje. Aunque no se proporcionan detalles concretos sobre el alcance de estas carencias, se está elaborando un diagnóstico para determinar qué escuelas podrían optar por la educación en línea como medida alternativa.
Por otro lado, se destaca la participación de los planteles escolares en el programa federal «La escuela es nuestra», el cual ha proporcionado recursos para realizar mejoras en las instalaciones. Sin embargo, surge la interrogante sobre si estos recursos son suficientes para abordar las necesidades urgentes de las escuelas en medio de las condiciones climáticas extremas que enfrenta la región.
En conclusión, si bien es alentador observar la movilización de las autoridades ante la situación climática adversa, es crucial abordar de manera integral las deficiencias estructurales en las escuelas de Coahuila. Se requiere un compromiso continuo y recursos adecuados para garantizar un entorno educativo seguro y propicio para el desarrollo de los estudiantes, especialmente en un contexto de cambio climático cada vez más desafiante.
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