- Trump dobla a Canadá: Ottawa retira impuesto digital.
- Ottawa suspende el impuesto digital a empresas como Amazon y Google tras la amenaza de nuevos aranceles por parte de EU.
- ¿Hasta dónde llegará el impacto de esta maniobra?
Washington / Ottawa.— Donald Trump lo volvió a hacer. Con su característico tono intimidatorio y una publicación en Truth Social, el presidente de Estados Unidos logró frenar en seco el impuesto digital que Canadá planeaba aplicar a gigantes tecnológicos estadounidenses como Google, Amazon y Apple.
La tasa, que sería del 3% sobre las ganancias obtenidas por estas empresas en territorio canadiense, estaba programada para entrar en vigor este lunes. Sin embargo, ante la amenaza de romper relaciones comerciales y aplicar nuevos aranceles, el primer ministro recién electo de Canadá, Mark Carney, anunció la suspensión del impuesto digital pasadas las 22:00 horas del domingo.
“Nos acaban de informar que [Ottawa] impondrá un impuesto a los servicios digitales y a las empresas tecnológicas estadounidenses, lo cual constituye un ataque directo y flagrante a nuestro país”, escribió Trump en su red social.
Como respuesta inmediata, Trump declaró terminadas las negociaciones comerciales con Canadá y adelantó que anunciaría nuevos aranceles en un plazo de siete días. La crisis escaló rápidamente hasta que Carney optó por ceder y reanudar las negociaciones bilaterales con Estados Unidos, con la meta de alcanzar un nuevo acuerdo comercial antes del 21 de julio.
Un estilo conocido, una presión efectiva
Esta no es la primera vez que Trump utiliza amenazas arancelarias como arma diplomática. Ya en febrero había impuesto aranceles a México y Canadá bajo el argumento de su pasividad frente al tráfico de fentanilo e inmigración irregular. Aunque esas sanciones posteriormente retiradas, Trump continuó lanzando ataques verbales, especialmente contra el ex primer ministro canadiense Justin Trudeau.
En contraste, Mark Carney —ex gobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra— ha logrado establecer una relación más fluida con el mandatario estadounidense. Su visita al Despacho Oval el 6 de mayo y su participación en la cumbre del G-7 en Kananaskis parecen haber marcado una nueva etapa en las relaciones bilaterales.
Aranceles que van y vienen
Desde su regreso a la presidencia, Trump ha impulsado una política comercial errática. Ha impuesto aranceles del 25% —elevados al 50% en junio— al acero y aluminio, así como del 25% a los automóviles, productos clave para la economía canadiense. No obstante, Canadá excluido de algunos gravámenes generales aplicados a otros socios comerciales.
Pese a las tensiones, sigue vigente el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), que garantiza condiciones de libre comercio entre los tres países. Está por verse si las renegociaciones prometidas para antes del 21 de julio modifican las reglas del tratado.
Además del pulso comercial, la ofensiva de Trump también ha tenido efectos políticos. Su presión constante debilitó al Partido Conservador canadiense y, paradójicamente, favoreció la llegada de Carney al poder, consolidando a los liberales como fuerza dominante en Canadá.
0 comentarios