- Podredumbre cerebral: Impacto de las redes en deterioro cognitivo.
- Este fenómeno no es solo una expresión popular.
- La adicción al consumo de contenido en redes sociales, conocida como doomscrolling, es uno de los principales factores.
El diccionario de Oxford ha elegido como palabra del año “podredumbre cerebral”, un término que hace referencia al deterioro mental e intelectual provocado por el consumo excesivo de contenido trivial en línea. Este concepto refleja una preocupación creciente sobre los efectos del consumo de material de baja calidad en redes sociales, cuya frecuencia de uso del término ha aumentado un 230% entre 2023 y 2024.
Este fenómeno no es solo una expresión popular; la evidencia científica respalda el impacto de las redes sociales en la estructura y función del cerebro. Estudios recientes han demostrado que el consumo excesivo de contenido basura, como el sensacionalismo o las teorías conspirativas, está relacionado con una reducción de la materia gris, la capacidad de atención y la memoria, según investigaciones de instituciones como Harvard y el King’s College de Londres.
El efecto del “doomscrolling” en el cerebro
La adicción al consumo de contenido en redes sociales, conocida como doomscrolling, es uno de los principales factores de este deterioro cognitivo. Michoel Moshel, investigador de la Universidad de Macquarie, explica que las plataformas digitales explotan la tendencia del cerebro a buscar novedades, especialmente contenido alarmante, lo que puede llevar a un ciclo interminable de consumo.
“El desplazamiento infinito y las notificaciones constantes afectan gravemente la atención y las funciones ejecutivas, alterando la forma en que percibimos y reaccionamos al mundo”, señala Moshel.
Este comportamiento es especialmente preocupante en los jóvenes, quienes son más vulnerables a los efectos adictivos de estas plataformas.
Un problema de salud mental global
Los efectos del uso excesivo de internet van más allá de la atención. Investigaciones recientes han asociado esta conducta con una reducción de la materia gris en áreas del cerebro responsables de la memoria, el control de impulsos y la toma de decisiones. Estos cambios neuroanatómicos son similares a los observados en personas con adicciones a sustancias como el alcohol o las metanfetaminas.
Además, los adolescentes enfrentan interrupciones en procesos clave como la formación de identidad y la cognición social. Según un estudio publicado en Nature, las personas con problemas de salud mental son más propensas a consumir contenido basura, lo que agrava aún más sus síntomas en un círculo vicioso difícil de romper.
¿Cómo evitar la podredumbre cerebral?
Carlos Losada, psicólogo, recomienda estrategias para reducir los efectos nocivos del doomscrolling. Estas incluyen desconectar de las pantallas, realizar actividades físicas, priorizar el contenido educativo y establecer límites claros para el uso de dispositivos.
Moshel enfatiza que la calidad del contenido es tan importante como la cantidad de tiempo frente a la pantalla: “Fomentar pausas regulares y actividades que requieran interacción física es fundamental para mantener la salud cerebral”.
En un mundo cada vez más digitalizado, reconocer y abordar los riesgos del consumo excesivo de contenido es crucial para preservar nuestra salud mental y cognitiva.
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