Santos Laguna recordó que está hecho de corazón, garra y un ADN guerrero, pero esta victoria contra Necaxa puede ser una ilusión.

Y es que los de la comarca lagunera después de 5 meses y medio sin conocer la victoria, han sumado, por fin, tres puntos a su favor y vaya que lo hicieron «a lo Santos», a la manera que los hombres de verde lo han hecho siempre, poniendo el corazón en sus acciones dentro del rectángulo de emociones.

El estadio Corona vibró al minuto 97, con el agregado ya incluido, cuando el hijo de un hombre que en su momento cambió abucheos por aplausos, hizo recordar los tiempos de oro del club, así es, me refiero a Tahiel Jiménez, descendiente del recordado Walter ‘Lorito’ Jiménez, el joven canterano dio el triunfo a Santos Laguna en el último suspiro del encuentro.

Viene la fecha FIFA

Ahora se aproxima una fecha FIFA, un descanso para los clubes, ¿será que este triunfo llegó en mal momento? Y es que el fútbol es generoso pero incierto, ahora los jugadores deberán enfocar su visión hacía el siguiente encuentro contra rayados, porque equipos como los regios no caerán sólo con ponerle corazón a las acciones, se necesitan jugadores de habilidad, de inteligencia, serenidad y que conformen un equipo que sea la mejor versión de Santos Laguna en este último año.

Un nuevo inicio para los albiverdes está por comenzar, pueden partir de aquí en adelante, esta victoria desvanece, al menos por un par de semanas, las dudas de la afición con respecto a la continuidad de Ignacio Ambriz al mando de Santos, ya que para el estratega esto también debe ser un golpe anímico y debe jugar inteligente.

Porque ahora quizás, Ambriz pueda comprender que los Diego Medina, los Santiago Núñez, pueden esperar un poco en la banca, ya qué, al no tenerlos el equipo se vio mejor al frente y con un Carlos Acevedo motivado una vez más como por arte de magia y un Jordan Carrillo que es un motor para Santos, los de la laguna pueden pensar en triunfos y no creer que esto es un espejismo, ya que de ser así, volverá a doler en las entrañas albiverdes de la afición.