Hay nuevos protagonistas dentro de la Liga MX y llevan consigo un silbato y tarjetas a la mano para repartir a propios y extraños, los árbitros.

Los encargados de repartir el orden dentro de una cancha de fútbol han comenzado a tomar la relevancia incluso por encima de los 22 jugadores que disputan la esférica buscando la ventaja para sus equipos.

Y es que este fin de semana se suscitó otro hecho más al historial negativo de los nazarenos, esto cuando Marco Antonio Ortiz, «El gato», terminó por cometer un error incluso con ayuda del VAR al expulsar injustamente a un jugador de Pachuca y segundos más tarde mandar a las regaderas a un segundo elemento de los Tuzos por un reclamo, que en perspectiva mayoritaria, no era fuerte.

Escándalos de árbitros

Pero no es la primera vez que un silbante toma el rol principal en un encuentro, de esto tenemos historial, quien no va recordad a «Chiquimarco», un pionero en tomar los reflectores por sus actuaciones tan ocurrentes y fuera de toda prudencia.

La final del Torneo Apertura 2011 entre Tigres y Santos, «Chiqui» expulsó a Oswaldo Sánchez por una entrada donde en efecto, había falta pero la roja muy rigurosa, después se toma el atrevimiento de mostrar con ambas manos tarjetas amarillas simultáneamente, un hecho que jamás se había visto y que parecía muy bien ensayado.

Otro escándalo se dio en el Clausura 2023 cuando Fernando Hernández, árbitro central del partido América vs León, al tratar de detener un conflicto en cancha terminó siendo encarado por un jugador Esmeralda al cual le propinó un rodillazo, como dirían en la lucha libre, de «Foul» y siendo suspendido el central por 12 partidos sin trabajar.

Estos escándalos no pueden continuar, estas estrellas del fútbol deben dedicar su labor al cien por ciento en mejorar cada marcación, no cada marcador, porqué ya dice el dicho «pagan justos por pecadores», habiendo árbitros muy buenos, siempre serán los villanos de la historia.

Una petición a beneficio del fútbol justo

Claro que hay jugadores que pueden sacar de sus casillas a los silbantes, quienes merecen respeto siempre, pero también los del silbato nos deben respetar a nosotros, los aficionados, con una labor convincente y parcial, dejando de lado escudos y la camiseta que puedan apoyar.

Árbitros, no hay porqué colgarse «milagritos», ya de por sí nuestra Liga MX es una de las más criticadas por proteger equipos, esos de amarillo, que dejo a su criterio.