Gertz se va, Godoy llega: el verdadero mensaje del manotazo presidencial. La salida de Gertz Manero y el ascenso de Ernestina Godoy revelan una jugada política que amplía el poder de Claudia Sheinbaum y cuestiona la autonomía de la FGR. Análisis crítico en Nuestra Opinión.

NUESTRA OPINIÓN

En política, las formas hablan. Y cuando la presidenta Claudia Sheinbaum decidió explicar en apenas seis palabras —“le ofrecí una embajada, y aceptó”— la salida de Alejandro Gertz Manero, no solo disipó las teorías que habían saturado la conversación pública. También confirmó lo que se intuía desde el miércoles por la noche: la remoción del fiscal no fue una renuncia, fue una decisión desde Palacio Nacional.

La escena del viernes en la mañanera fue reveladora. Tras 48 minutos de rodeos, Sheinbaum abordó el tema con una serenidad que contrastaba con la tensión oficialista que se vivió durante la espera de la carta de renuncia. Su tranquilidad no era casual. Con la salida del exfiscal —un funcionario que heredó de López Obrador— la presidenta abre una nueva etapa política: recupera control, ordena su tablero y amplía su margen de maniobra.

Un movimiento que amplía el poder presidencial

La llegada de Ernestina Godoy, exfiscal capitalina y exconsejera jurídica de Sheinbaum, confirma que la Fiscalía General de la República será, en adelante, una institución con un liderazgo políticamente afín al nuevo proyecto presidencial. Y aunque Sheinbaum insista en que el Senado decidirá, la jugada está encaminada: Godoy ya funge como fiscal interina gracias a una operación quirúrgica que involucró al propio Gertz y al Senado.

La presidenta no solo celebró su llegada, la elogió abiertamente: “una mujer extraordinaria, de principios, honesta”, dijo. El mensaje es claro: Sheinbaum quiere, y probablemente tendrá, una fiscal a su medida.

Con esto, el bloque de poder de la 4T queda casi completo: mayoría calificada en Congreso, 24 gubernaturas, control político del Poder Judicial y, ahora, una Fiscalía alineada. La autonomía que se prometió con la reforma que dio vida a la FGR queda, al menos en el corto plazo, profundamente cuestionada.

La oposición, entre la ausencia y la parálisis

Si algo quedó en evidencia en esta maniobra fue la incapacidad de la oposición para leer y responder a los tiempos políticos.
Llegaron incompletos a la sesión de votación —con ausencias notables como Marko Cortés, Miguel Márquez, Miguel Riquelme o Carolina Viggiano— y carecieron de un posicionamiento sólido sobre el papel de Gertz y el proceso de su salida.

Mientras Morena afinaba cada movimiento, el PAN y el PRI se desdibujaron entre silencios, ausencias y contradicciones.
Ni Jorge Romero ni Ricardo Anaya hablaron. Y Alejandro Moreno, líder del PRI, terminó elogiando al fiscal saliente con una narrativa que contrastó con la condena de otros opositores: para él, Gertz fue víctima de un “movimiento golpista”.

El vacío opositor no solo evidenció desorden interno: dejó libre el espacio narrativo para que el Gobierno construyera su propia versión del relevo, sin resistencia real.

Gertz se va… pero no del todo

Un detalle que la propia presidenta dejó entrever —y que pocos han destacado— es que Gertz no solo aceptó irse a una embajada: también accedió a nombrar a Ernestina Godoy como fiscal especial antes de su salida, lo que allanó su ascenso como encargada del despacho.

Fue la última pieza del rompecabezas.
Un gesto que habla menos de autonomía institucional y más de negociación política.

Como bien resumió la senadora priista Claudia Anaya: “no llegó una renuncia, llegó una despedida presumiendo embajada… y que en Morena todo es negociable.”

Un manotazo que busca recuperar control

La salida de Gertz ocurre en un momento clave para Sheinbaum, tras semanas en que la agenda pública se le había escapado: el asesinato del alcalde de Uruapan y la marcha del 15-N la habían colocado a la defensiva.

Este movimiento cambia el tono.
Con Gertz fuera y Godoy dentro, la presidenta consolida su tablero, absorbe una institución autónoma y manda un mensaje interno y externo: Sheinbaum quiere retomar el control político del país… y está dispuesta a ejercerlo.