La «hangxiety» es un término que combina las palabras «hangover» (resaca) y «anxiety» (ansiedad) y se refiere al malestar y la ansiedad que experimenta una persona después de haber consumido alcohol en exceso. Este fenómeno se ha vuelto notable en la cultura popular y ha sido reconocido por expertos en salud mental.
Según Joaquín T. Limonero, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés, la «hangxiety» es real y se debe a una combinación de factores bioquímicos y psicológicos.
El alcohol afecta el neurotransmisor Gaba, que está vinculado con la toma de decisiones y las emociones. A medida que se consume alcohol, se estimula el Gaba, lo que provoca relajación y calma. Sin embargo, el exceso de alcohol disminuye el glutamato, otro neurotransmisor, lo que puede resultar en mayor ansiedad.
Al día siguiente, cuando el cuerpo intenta recuperar su equilibrio, se produce un efecto rebote. Los niveles de Gaba disminuyen, y el glutamato se incrementa, lo que contribuye a la sensación de ansiedad.
Otros factores que contribuyen a la «hangxiety» incluyen el aumento de los niveles de cortisol (hormona del estrés), la deshidratación causada por el alcohol, la falta de sueño y los elementos psicológicos como la culpa y el arrepentimiento.
Aunque la «hangxiety» es temporal y suele durar unas horas o un par de días, Limonero sugiere que si la ansiedad persiste, es recomendable buscar la ayuda de un especialista en salud mental. Además, para aquellos que padecen trastornos de ansiedad, se aconseja limitar el consumo de alcohol.
En cuanto a remedios para la resaca, se sugiere beber mucha agua, descansar, comer sano, tomar vitamina B y evitar la cafeína. La prevención, por supuesto, sería moderar el consumo de alcohol.
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