¿Las noticias falsas impulsaron la violencia? En este análisis elaborado por Simón Vargas Aguilar, se examinan los impactos y riesgos asociados a la desinformación durante las recientes elecciones en México. Se destaca cómo la proliferación de noticias falsas ha exacerbado la incertidumbre y la ansiedad, afectando la estabilidad social y la gobernabilidad.
IN PRINCIPIO ERAT VERBUM
Es cierto que el proceso de campañas electorales fue complejo, además de que hubo una mayor exposición mediática de los diversos candidatos en comparación con comicios anteriores, desafortunadamente, también se tuvo un aumento en la violencia, las agresiones, los homicidios, los bulos y las noticias falsas.
En participaciones anteriores he abordado lo cruento y aterrador que resultó esta etapa, se debe aceptar que ha quedado claro que la implicación que tuvieron las diferentes células delincuenciales y el propio crimen organizado ha sido evidente, pero también la violencia estuvo presente a través de situaciones como la polarización, la desacreditación y las difamaciones, lo que provocó un aumento en los desencuentros y las agresiones en las redes sociales y los medios de comunicación.
La desinformación se ha convertido en un enemigo difícil de identificar y por supuesto de erradicar, incluso de acuerdo con la RAND Corporation,“La exposición a información errónea conduce a una mayor polarización, y una mayor polarización disminuye el impacto de la información fáctica. Los individuos, las instituciones y la nación en su conjunto son vulnerables a este círculo vicioso”.
Desinformación y manipulación
Las elecciones ya no sólo se disputan en las calles, han pasado al plano digital; por lo que las falsas noticias han sido las responsables de incertidumbre y ansiedad entre la población, entre los ataques que buscaron desestabilizar a las y los mexicanos se encuentra el que se acusará a la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo de eliminar la propiedad privada, así como el supuesto cierre de iglesias alrededor del país, incluida la Basílica de Santa María de Guadalupe.
La oposición no estuvo exenta de las noticias falsas, se mencionó que la excandidata Xóchitl Gálvez Ruiz buscaría eliminar los programas sociales además de que se aludió que la UNAM había desconocido como egresada a Gálvez Ruiz de esa casa de estudios, ambas fueron completamente falsas.
También hubo un vídeo del aspirante Jorge Álvarez Máynez donde una multitud le gritaba vendido y traidor y el se encontraba escoltado por policías, el cual no es reciente, sino que fue grabado en 2021 bajo una situación completamente ajena a la contienda electoral actual.
Después de la tormenta: hacia la reconciliación y la construcción democrática
Además de estos datos falsos, también hubo constantes ataques al INE, ya que acusaron al instituto de orquestar un posible fraude e incluso de otorgar credenciales para votar a extranjeros y migrantes, mencionando solo algunas de las imputaciones más virales.
La enorme cantidad de cadenas y mensajes que se dispersaron a través de WhatsApp y Telegram afectaron la estabilidad social y la gobernabilidad, convirtiendo la incertidumbre en un terreno fértil para el resentimiento, el rencor y el miedo; por lo que la violencia, aparece con mucha más facilidad y fuerza.
Vivimos una extenuante etapa de precampañas y campañas electorales y aunque estas ya terminaron, aún quedan algunos meses por delante hasta dar por finalizado el proceso electoral, el revuelo y la efervescencia han comenzado a disminuir y deben dar paso a una etapa que debería estar caracterizada por el diálogo, la unidad, la reconciliación y el compromiso de un trabajo conjunto.
Bien lo mencionó la próxima presidenta de México en su primer mensaje emitido desde el zócalo: «Concebimos un México plural, diverso y democrático. Sabemos que el disenso forma parte de la democracia. […] Aunque muchas mexicanas y mexicanos no coincidan plenamente con nuestro proyecto, habremos de caminar en paz y armonía para construir un México más justo y próspero». Todos debemos colaborar para que así sea.
*Consultor en temas de Seguridad, Inteligencia, Educación, Religión, Justicia, y Política.
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