- Trump: Nada pueden hacer para evitar los aranceles.
- La decisión vista con recelo tanto por empresas como por el sector agrícola.
- Los aranceles se aplican como respuesta a lo que Trump considera el envío masivo de fentanilo desde México.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que a partir de hoy impondrá aranceles del 25% a las importaciones de México y Canadá, y un 10% a China, como parte de sus esfuerzos para frenar el flujo de fentanilo ilegal.
En comentarios a la prensa, Trump destacó que no hay nada que estos países puedan hacer para evitar la medida, ya que no considera los aranceles como un «instrumento de negociación». Además, dejó abierta la posibilidad de incrementar los gravámenes en el futuro.
La decisión, que ha provocado divisiones dentro del país, vista con recelo tanto por empresas como por el sector agrícola estadounidense. Mientras que sus seguidores nacionalistas celebran la medida, los empresarios y los granjeros temen pérdidas millonarias en el corto plazo debido a las tensiones comerciales con sus principales socios.
Reacciones internas y justificaciones de Trump
La vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, reiteró que los aranceles se aplican como respuesta a lo que Trump considera el envío masivo de fentanilo desde México, lo que, según él, causa la muerte de «cientos de miles de personas al año» (una cifra exagerada, ya que en realidad, las muertes anuales por sobredosis de fentanilo rondan las 70,000). Además, Trump subrayó que la medida responde a promesas de campaña, añadiendo que el déficit comercial con México (de 250 mil millones de dólares) un factor clave en su decisión.
La Casa Blanca también sugirió que podrían existir exenciones en los aranceles, particularmente para productos petroleros, pero los detalles se anunciarán en breve. Mientras tanto, asesores proteccionistas como Howard Lutnick y Stephen Miller abogan por usar los aranceles como una herramienta política, con la idea de negociar más tarde.
Impacto económico en Estados Unidos
Según el Peterson Institute for International Economics, los aranceles podrían costar a los hogares estadounidenses más de 2,600 dólares anuales, con un posible aumento de hasta 3,000 dólares en el precio de un automóvil. Las empresas están tomando medidas preventivas, como trasladar temporalmente parte de su producción a EE. UU. para evitar los efectos inmediatos de los aranceles, pero muchos temen que los costos se eleven a largo plazo.
El sector agrícola también podría verse gravemente afectado. Los granjeros que exportan productos como soya, maíz y carne de res a México y Canadá ya han expresado su preocupación sobre las pérdidas que podrían generar las nuevas tarifas.
Tensiones con los aliados y la continuación de la política arancelaria
A pesar de la presión interna, Trump ha dejado claro que este es solo el comienzo. En declaraciones posteriores, mencionó que podría aplicar más aranceles a productos de la Unión Europea y otros bienes como chips de computadora, productos farmacéuticos, y metales como acero y aluminio.
La pregunta sobre si México, Canadá o China pueden hacer algo para evitar estos aranceles fue respondida tajantemente: no, nada. Trump ha dejado claro que su objetivo no es buscar concesiones, sino cumplir con sus promesas electorales, lo que refuerza la postura de que estas medidas no solo son económicas, sino también políticas.
Próximos pasos en la diplomacia y posibles negociaciones
A pesar de la rigidez de la postura de Trump, se reporta que tanto México como Canadá están en conversaciones para establecer mecanismos conjuntos para combatir el tráfico de fentanilo. Sin embargo, la Casa Blanca no ha confirmado oficialmente ningún contacto directo con los funcionarios de ambos países en relación con los aranceles.
El futuro inmediato parece estar marcado por un fuerte choque comercial, con la posibilidad de que estos aranceles no solo afecten a las relaciones con México, Canadá y China, sino que también generen tensiones con otros países clave en la economía global.
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