• Israel asesta un golpe mortal: muerte de Hasan Nasralá.
• La confirmación de la muerte de Nasralá emitida por Hezbolá.
• El primer ministro libanés, Nayib Mikati, criticó la acción israelí.

En un movimiento sin precedentes, el ejército de Israel ha confirmado este sábado el asesinato de Hasan Nasralá, líder de Hezbolá durante 32 años. Esta noticia llega tras una serie de bombardeos en Dahiye, un suburbio al sur de Beirut, donde las fuerzas israelíes lanzaron explosivos de gran calibre, con el objetivo de eliminar a Nasralá, quien, según informes, se encontraba en uno de los edificios atacados.

La confirmación de la muerte de Nasralá emitida por Hezbolá horas después de los bombardeos, desencadenando un torrente de reacciones en las calles de Beirut. La milicia chií describió a Nasralá como un «gran mártir» y un «líder heroico», lo que resuena profundamente entre sus seguidores. Su desaparición deja a Hezbolá sin su figura más emblemática, un líder que se convirtió en la voz de muchos chiíes en Líbano.

El ejército israelí justificó su acción al señalar que Nasralá fue responsable de numerosas actividades terroristas, incluyendo ataques que resultaron en la muerte de civiles y soldados israelíes. Esta operación también resultó en la muerte de otros altos mandos de Hezbolá, incluyendo a Ali Karaki, jefe del frente sur, lo que podría debilitar significativamente a la organización.

A pesar de este golpe estratégico, el portavoz del ejército israelí advirtió que «esto no ha terminado», sugiriendo que Hezbolá aún posee capacidades operativas. La situación en Oriente Próximo se torna incierta una vez más, marcando un nuevo capítulo en un conflicto que ha dejado una huella profunda en la región.

El primer ministro libanés, Nayib Mikati, criticó la acción israelí, argumentando que representa un desprecio a los esfuerzos internacionales por alcanzar un alto el fuego. En una declaración en la ONU, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que no se detendrán hasta erradicar la amenaza de Hezbolá, destacando la creciente tensión entre ambas partes.

A medida que se desarrollan los acontecimientos, la comunidad internacional observa de cerca el impacto que esta muerte tendrá en el equilibrio de poder en la región, así como las posibles repercusiones de una escalada de violencia.