- Violencia armada en Chiapas: una crisis humanitaria que amenaza a la infancia.
- La situación se torna aún más desgarradora con los recientes acontecimientos en la región.
- La tragedia se materializa en el asesinato de un adolescente de 15 años y el desplazamiento.
En medio de una creciente ola de violencia armada en el estado de Chiapas, la Red por los Derechos de las Infancias y Adolescencias (REDIAS) ha levantado su voz en un llamado desesperado por la seguridad de los más vulnerables: niñas, niños y adolescentes que, forzados por la violencia, se ven desplazados y expuestos a reclutamiento por grupos delictivos.
Los números son alarmantes. Según registros de Melel Xojobal, los homicidios de menores por armas de fuego en Chiapas se han duplicado desde 2021, pasando de dos a cuatro en 2023.
Además, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas reporta que más de 6 mil menores han sido desplazados desde 2010, una cifra que se ha elevado a más de 7 mil con los recientes eventos de violencia en la Frontera Comalapa.
Un informe de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) detalla que, entre las entidades más afectadas, Chiapas figura como una de las más críticas, con 105 ataques registrados.
Sin embargo, más allá de las cifras, lo que preocupa profundamente es el reclutamiento forzado de niños por parte de estos grupos delictivos, una realidad que el gobierno mexicano parece ignorar.
La situación se torna aún más desgarradora con los recientes acontecimientos en la región.
Una crisis humanitaria que amenaza a la infancia
El enfrentamiento en la Frontera Comalapa ha dejado comunidades enteras en la desolación, con viviendas destruidas y familias obligadas a huir por miedo a perder la vida.
La tragedia se materializa en el asesinato de un adolescente de 15 años y el desplazamiento de al menos 3,500 personas.
A pesar de los intentos de algunos residentes por retornar a sus hogares, la violencia persiste. Un ataque en Polhó, donde un niño de tres años perdió la vida y una niña de once resultó herida, es solo un sombrío ejemplo de la brutalidad que enfrentan estos niños en su día a día.
La realidad es desoladora. La violencia y el desplazamiento no solo privan a estos niños de su derecho a la educación y la seguridad, sino que los ponen constantemente en riesgo de ser reclutados por grupos criminales.
Para muchos de ellos, la escuela se ha convertido en un lujo inalcanzable, mientras que las instituciones destinadas a protegerlos parecen estar ausentes.
Chiapas, la entidad con el mayor rezago educativo y la mayor pobreza infantil, enfrenta una crisis humanitaria que todos debemos tomar en cuenta.
De los 2.1 millones de menores que residen en este estado, la mayoría vive en condiciones de pobreza, con acceso limitado a servicios básicos como la educación y la seguridad social.
En medio de esta tragedia, la voz de la REDIAS resuena con urgencia: es hora de que las autoridades actúen, garantizando la seguridad de la infancia chiapaneca y brindando el apoyo necesario para reconstruir las vidas destrozadas por la violencia. Porque en un país que se enorgullece de su futuro, ningún niño debería vivir con miedo.
Violencia armada en Chiapas: una crisis humanitaria que amenaza a la infancia
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