- Sheinbaum busca frenar el nepotismo político con reforma.
- Explicó que esta iniciativa buscará impedir que presidentes, gobernadores o presidentes municipales favorezcan a familiares.
- La reforma no se limitará al Ejecutivo.
El Gobierno de la Cuarta Transformación ha anunciado su intención de atacar el nepotismo político en México, un problema profundamente arraigado que ha permitido que las relaciones familiares dominen el ejercicio del poder.
Claudia Sheinbaum, presidenta de la República, dio a conocer ayer que presentará en febrero una propuesta de reforma constitucional para evitar que los cargos de elección popular heredados por familiares directos de los mandatarios en funciones.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum explicó que esta iniciativa buscará impedir que presidentes, gobernadores o presidentes municipales favorezcan a familiares inmediatos como candidatos, independientemente del partido político al que pertenezcan. “Esencialmente estamos hablando del Ejecutivo”, señaló.
Reforma integral y no reelección
Sheinbaum detalló que esta medida será una de las dos primeras reformas que llevará al Congreso en febrero, junto con una propuesta para consolidar la política de no reelección. Asimismo, adelantó que, en una etapa posterior, analizará una reforma electoral más amplia, cuyo objetivo principal será reducir los costos asociados a los procesos comiciales.
La reforma no se limitará al Ejecutivo, pues se contempla la posibilidad de extenderla a los Poderes Legislativo y Judicial. Esto representa un esfuerzo por evitar que el nepotismo siga siendo una práctica recurrente en la vida política del país.
Los apellidos que pesan en la política
El nepotismo no es un fenómeno nuevo. Desde hace años, familias como los Monreal, en Zacatecas; los Salgado, en Guerrero; los Batres, en la Ciudad de México; así como los Sandoval y los Alcalde, han ejemplificado cómo las relaciones familiares pueden abrir puertas a cargos públicos. Muchos de estos casos han generado críticas por perpetuar redes de poder basadas en vínculos de sangre más que en mérito o capacidad.
La propuesta de Sheinbaum busca romper con estas prácticas, alineándose con el discurso de transformación que ha caracterizado a su gobierno. Sin embargo, aún falta ver si contará con el respaldo necesario en el Congreso para convertir esta iniciativa en una realidad.
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