En los sucesos, dos familias resultaron afectadas por la caída de rocas del Cerro del Topo Chico
Las familias afectadas por un deslave del Cerro del Topo Chico serán reubicadas ante el riesgo inminente que representan las propiedades en donde habitaban, informó el gobierno de Nuevo León.
Los hechos se registraron la madrugada del martes en la colonia Unidad Pedreras, Fomerrey 106, en Monterrey.
Dos familias resultaron afectadas, las mismas que fueron visitadas por el director de Fomerrey y el Instituto de la Vivienda, Eugenio Montiel Amoroso.
El funcionario estatal señaló que es una zona de alto riesgo, por lo que Fomerrey pondrá a disposición espacios para reubicar a los afectados para brindarles mejores condiciones de vida.
Indicó que se hará un estudio socioeconómico a las familias para determinar el apoyo y facilidades a brindar para que puedan obtener un patrimonio que les brinde una integridad estable y lo revisarán con el alcalde Luis Donaldo Colosio.
“Están conscientes que están en una zona de alto riesgo y están dispuestos a recibir opciones por parte del estado y el municipio de Monterrey para buscar su reubicación”, señaló el funcionario estatal.
Añadió que se trabajó en conjunto con Protección Civil del estado y Protección Civil de Monterrey para diagnosticar la problemática y determinar condiciones mínimas para buscar la integridad de las personas.
El deslave dañó a dos propiedades ubicadas en la Privada Sonrisas cuyas familias salvaron su vida de milagro, ya que las rocas cayeron muy cerca de donde se encontraban.
En una de las viviendas habitaba una mujer de nombre María Guadalupe, de 35 años, quien al momento de los sucesos estaba acompañada de su hija de 11 años, pero no resultaron lesionadas porque estaban en el área de la sala.
En el otro domicilio se encontraban Jennifer Samantha, de 25 años, en compañía de sus hijos de 7 y 3 años, así como un bebé de 7 meses. Los menores estaban en la recámara a centímetros de donde cayeron las rocas.
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