Contrario a la tendencia global, la confianza de los mexicanos en la vacunas como fórmula para proteger a la infancia aumentó después del estallido de la pandemia de Covid-19, señala UNICEF en un informe en el que examina el estado mundial de la niñez.
De una lista de 55 países analizados por la máxima autoridad global en el cuidado de la infancia, sólo en China, India y México no creció el escepticismo sobre las vacunas, por el contrario, el apoyo al biológico aumentó.
El porcentaje de población que considera que las vacunas son importantes para la infancia llega en la actualidad a 93% en México, lo que representa un cambio favorable después del inicio de la pandemia.
El resto de los países muestran caídas en la confianza, Corea del Sur y Papúa Nueva Guinea de más de 40%; Japón superior a 30%; Holanda, Hungría y Rusia de más de 20%, y Estados Unidos y Francia por arriba de 10%.
Los mexicanos mayores de 65 años fueron más propensos a aumentar su confianza en la importancia de las vacunas para los niños que los connacionales menores de 35 años.
En cuanto al género, las mexicanas son más propensas que los mexicanos a reportar más confianza en las vacunas para los niños, contrastando con la tendencia internacional.
El estudio muestra que, en la mayoría de los países, el escepticismo en las vacunas creció más en mujeres que en hombres.
No obstante, el apoyo ciudadano, el informe Estado Mundial de la Infancia 2023 coloca a México en la lista negra de los 20 países con mayor número de niños «cero dosis», lo que significa que nunca han recibido una vacuna.
El bloque está encabezado por Corea del Norte, Myanmar, Somalia, Filipinas y Angola. México se encuentra ligeramente por debajo del rango de 20% de la población infantil del país con «cero dosis», al igual que Congo, Tanzania, Vietnam e India.
Los datos provienen de un estudio retrospectivo a gran escala que analiza la evolución de la confianza entre 2015 y 2021, con base en percepciones individuales en tres áreas, la importancia, la seguridad y la eficacia del fármaco.
Catherine Russell, directora Ejecutiva de UNICEF, resalta en el prólogo del informe que la aparición de las vacunas ha alterado radicalmente el curso de la supervivencia y el desarrollo humano, contribuyendo a la protección frente a la constante aparición de enfermedades y plagas.
No obstante, advierte que «en muchos países, la confianza en las vacunas parece estar disminuyendo. Aunque dista mucho de ser el elemento más importante de la demanda de vacunas en la mayoría de las comunidades, no se debe pasar por alto el aumento aparente de las dudas».
El documento elaborado por el Centro Mundial de Investigaciones y Estudios Prospectivos de UNICEF aborda la situación de la infancia en el globo.
Respecto a México, reporta que 26 mil murieron antes de cumplir sus primeros cinco años de vida en 2021, una media de 13 muertos por mil habitantes, con lo cual UNICEF clasifica al país en el bloque de las naciones con la «carga más alta de muertes» en este rubro.
Las muertes antes de alcanzar los 28 días de edad sumaron 15 mil 274 y los fallecimientos fetales llegaron a 12 mil 532; mientras se perdieron 5 mil 372 vidas de niños de entre cinco años y 14 años.
En cuanto a la inmunización frente a enfermedades prevenibles, México registra niveles máximos de protección ante tuberculosis (BCG), sarampión (MCV1) y tétanos, una tasa de 99%.
En contraste, el sistema de salud pública va rezagado en la administración de la tercera dosis contra la difteria, el tétanos y la tosferina (DTP3), la Polio 3, la dosis contra la enfermedad por Haemophilus influenzae tipo b (Hib3) y la que combate al rotavirus, la cobertura es de 78% y 77%.
«No proteger a la infancia contra las enfermedades tiene graves consecuencias. En pocas palabras, los niños mueren y muchos más sufren discapacidades de por vida si no reciben protección», señala el documento.
Alerta que la situación puede agravarse en los próximos años. Señala que el cambio climático podría alterar los patrones estacionales de las enfermedades, así como exponer a las comunidades a infecciones como el paludismo, el dengue y el cólera.
Las crisis climáticas superpuestas, como sequías, olas de calor e inundaciones, pondrán aún más presión sobre el acceso de los niños a servicios esenciales, como el agua potable y la atención primaria de salud.
La organización estima que 67 millones de niños no se beneficiaron de la vacunación sistemática o parcial entre 2019 y 2021, en tanto 48 millones no recibieron ninguna vacuna.
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