- Liu Jiakun: nuevo ganador del Pritzker
- El enfoque humanista de Jiakun se refleja en toda su obra.
- Con solo 30 proyectos en su carrera, ha demostrado que la verdadera monumentalidad.
En Sichuan, cerca del Museo Jianchuan, se encuentra una pequeña casa construida con ladrillos fabricados a partir de los escombros del devastador terremoto de 2008, que cobró la vida de 90,000 personas y destruyó gran parte de la provincia. Esta casa, con su sencillo diseño de techos a dos aguas, es la obra favorita del arquitecto chino Liu Jiakun (Chengdu, 1956), quien ha sido galardonado con el Premio Pritzker, el máximo reconocimiento internacional en arquitectura, anunciado este martes.
El memorial lleva el nombre de Hu Huishan, una adolescente de 15 años que murió aplastada bajo los escombros de su escuela. Este espacio, pintado de rosa —el color favorito de Hu—, alberga objetos personales de la joven, como su escritorio, raquetas de voleibol, dibujos y la mochila que llevaba al instituto. Más allá de su función conmemorativa, la casa invita a la reflexión sobre la fragilidad de la vida y la importancia de preservar la memoria.
Liu Jiakun, considerado parte de la vanguardia arquitectónica china, llegó a Sichuan para brindar apoyo tras el sismo. No solo diseñó estructuras, sino que también conversó con las personas para entender sus necesidades. Así surgió su proyecto de «re-birth bricks», ladrillos hechos con materiales reciclados, utilizados desde entonces en sus construcciones.
El enfoque humanista de Jiakun se refleja en toda su obra, donde rescatar la memoria y promover la conexión con la naturaleza son prioridades. Su arquitectura combina tradición y modernidad, privilegiando la artesanía sin dejar de lado la tecnología.
Entre sus proyectos más destacados se encuentra el West Village en Chengdu, un complejo que reemplazó un campo de golf con un «edificio-barrio». Allí, viviendas, comercios, áreas verdes y canchas deportivas conviven en armonía, desafiando la idea de que la urbanización y la sostenibilidad deben traducirse en rascacielos.
El nuevo Pritzker reconoce así a un arquitecto que, con solo 30 proyectos en su carrera, ha demostrado que la verdadera monumentalidad puede encontrarse en la sencillez y en la profunda conexión con la vida cotidiana.

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