En todo el planeta, los días 1 y 2 de noviembre, los esqueletos abandonan sus tumbas y se unen a los vivos en diversas celebraciones que rinden homenaje a los difuntos.

Estas festividades se destacan por su diversidad cultural y el profundo respeto por los que ya no están.

Aquí hay un vistazo a algunas de las tradiciones más fascinantes alrededor del mundo:

México: el país que todos asocian con el Día de los Difuntos. Con festividades coloridas y místicas, los cementerios se llenan de velas, flores de cempasúchil y platos con la comida favorita de los seres queridos fallecidos. Desfiles, pan de muertos y calaveras de azúcar completan la celebración.

Irlanda: donde la festividad del Samhain, una antigua tradición celta, podría haber inspirado Halloween. Aquí, las máscaras y las hogueras son protagonistas, y no falta el delicioso Barmbrack, un pan de levadura con pasas.

Estados Unidos: Halloween, conocido por el famoso «truco o trato», se celebra en todo el país. Niños disfrazados piden dulces y las calabazas iluminadas son una vista común en las casas.

Haití: con fuertes raíces vudú, los días 1 y 2 de noviembre se celebran con el Guédé, un festival de los muertos. Las procesiones, los tambores y las ofrendas marcan esta festividad única.

Filipinas: el Día de Difuntos o Undas se celebra con banquetes en los cementerios, timbas de naipes y karaokes. Los filipinos regresan a sus ciudades de origen para honrar a sus seres queridos.

Ecuador: en lugares como Cuenca y Quito, las familias llevan la comida favorita de los fallecidos y la colada morada, una bebida hecha de maíz negro y frutos rojos, a las tumbas. También se comparten panes llamados guaguas.

Guatemala: aquí, el Festival de los barriletes gigantes es el ritual más llamativo. Se lanzan enormes cometas al cielo, y los niños las sostienen hasta que se sueltan al viento.

Rumanía: en la región de Transilvania, cuna de las leyendas de vampiros, se adornan las tumbas con flores. Se encienden velas por los muertos desconocidos, y las familias se reúnen para compartir historias y dulces en el cementerio.

Estas celebraciones muestran la diversidad de las formas en que el mundo conmemora a sus seres queridos que han partido. Cada tradición es una expresión única de respeto y amor por los difuntos.