Las imágenes de un incidente en Saltillo, Coahuila, han generado consternación y controversia, mostrando lo que parece ser un claro caso de abuso de poder por parte de elementos de la Fiscalía General del Estado de Coahuila (FGE) en contra de Osvaldo Garza Covarrubias, un herrero de la zona.
En el video del incidente, Osvaldo es golpeado y amenazado por uno de los agentes de la FGE mientras está esposado en el suelo. Según su abogado, Héctor Enríquez Lázaro, durante este altercado, su cliente fue despojado de 25 mil pesos, ganados a través de su trabajo como herrero.
Aunque Garza Covarrubias alega que la pequeña cantidad de droga que tenía era para su consumo personal, el oficial continúa infligiéndole golpes y maltratos, revelando tácticas de intimidación y posibles violaciones a los derechos humanos.
El caso toma un giro aún más preocupante cuando Osvaldo implora al oficial que cese la violencia debido a la presencia de sus hijos. A pesar de este llamado, el agente sigue con su comportamiento agresivo, sin mostrar empatía por la presencia de los menores.
Un momento particularmente angustiante ocurre cuando se escuchan los gritos de una niña en el fondo del video, supuestamente la hija de Garza Covarrubias, quien padece de epilepsia y está en riesgo si ocurre una crisis. A pesar de esta situación, el oficial continúa con su actitud violenta.
Las imágenes también captan el instante en que los agentes revisan una billetera en posesión del detenido, y sorprendentemente, el oficial extrae lo que parece ser un fajo de billetes del bolsillo de Garza Covarrubias. Estas imágenes respaldan las acusaciones de robo y abuso de poder presentadas por el afectado y su abogado.
El abogado Héctor Enríquez Lázaro ha anunciado que presentará una denuncia formal contra los agentes involucrados, utilizando el video como evidencia para exigir la identificación de los responsables y un proceso legal justo.
Además de las alegaciones de abuso y tortura, la demanda también incluirá el señalamiento de allanamiento ilegal, ya que los agentes ingresaron al taller de herrería de Osvaldo sin una orden de cateo, vulnerando aún más sus derechos.
Este caso ha reavivado el debate sobre el uso de la fuerza por parte de las autoridades y subraya la necesidad de una investigación exhaustiva y transparente para esclarecer los eventos y llevar a los responsables ante la justicia. La difusión de las imágenes ha impulsado un llamado a la rendición de cuentas y la reforma del sistema policial.
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