El pasado sábado 15 de abril un numeroso grupo de derechohabientes protestaron por las enormes filas que se generan todos los días en la farmacia del Hospital General de Zona No. 16 y del Hospital de Alta Especialidad No. 71, ubicados sobre el bulevar Revolución de Torreón.
La gente molesta exige que el personal los atienda de manera eficiente, además de que se abra una nueva farmacia ya que señalan que con una no se dan abasto. Las personas se ven obligadas a esperar horas bajo los inclementes rayos del sol y al final en muchas de las ocasiones su espera fue en vano, puesto que el personal decide cerrar sin entregarles medicamentos, por lo que deben volver al día siguiente y repetir el largo proceso de espera.
Desde las 9:00 de la mañana del sábado las personas que se encontraban en la fila para surtir sus medicamentos comenzaron a mostrar su inconformidad ya que únicamente había una persona en una ventanilla para atenderlos y el servicio cerró a las 14:00 horas.
Es común que diario las personas se formen a las afueras de la farmacia y su espera llega hasta las seis horas, problema que se agrava con pacientes que tienen dificultades de movilidad. La aglomeración es tal, que una gran cantidad de derechohabientes no logra surtir sus medicamentos. Pierden su tiempo y dinero, ya que muchos piden permiso de sus trabajos para estar formados con la esperanza de lograr adquirir sus medicinas.
Por si lo anterior fuera poco, indican que las recetas tienen una vigencia de tres días, por lo que al no poderlas surtir el mismo día, la batalla se torna mucho más complicada si pasan los días y no obtienen sus medicinas, pues deben volver al hospital para que les entreguen una receta nueva. Los adultos mayores son quienes más padecen los estragos de estos lentos procesos.
Esto fue lo que llevó a decenas de personas a mover la fila hacia los carriles de poniente a oriente del bulevar Revolución, esperando una solución rápida a su problema.
Por el cierre de la vialidad y para prevenir un accidente, elementos de Vialidad acudieron al lugar y desviaron el tráfico, cabe mencionar que oficiales de la Policía Municipal y Federal también acudieron al sitio para resguardar el área.
A lo anterior hay que sumarle las constantes fallas del sistema, pues los derechohabientes afirman que es común que los encargados de la farmacia les digan que ‘se cayó el sistema’, alargando aún más la espera y en ocasiones forzandolos a regresar al día siguiente.
La falta de insulina y las medicinas relacionadas con la hipertensión son los más solicitados y por ende los que se terminan más rápido al no tener la suficiente cantidad para cubrir la demanda.
«Vine y me formé ayer, estuve desde las 3 de la tarde esperando para que al final me digan que ya van a cerrar. Yo muchas personas nos quedamos sin nuestras medicinas y pues nimodo, ¿qué se le hace? Tengo que volver nuevamente a venir y ahora más temprano para ver si logro que me den mis medicinas. Hoy me viene a la una, ayer estuve 5 horas, no sé cuántas voy a estar aquí», manifestó el señor Nicolás, de 60 años, que acude a la farmacia todos los meses, hasta dos veces, para poder surtir la receta de su esposa.
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