- Nvidia enfrenta un duro golpe: la irrupción de DeepSeek.
- El impacto en la Bolsa fue inmediato.
- La pregunta que muchos se hacen ahora es si Nvidia podrá superar este golpe.
Los analistas siguen divididos sobre el futuro de la inteligencia artificial: algunos aseguran que la burbuja está a punto de estallar, mientras que otros defienden que la tecnología apenas está en sus primeras etapas. Lo que parecía ser un reinado imparable para Nvidia, el gigante de los microprocesadores, ha sufrido un fuerte revés tras la aparición de la start-up china DeepSeek y su versión de ChatGPT de bajo coste. Este competidor pone en jaque el modelo de negocio de Nvidia, que hasta ahora dependía de proveer chips de última generación a otras tecnológicas.
El impacto en la Bolsa fue inmediato. Las acciones de Nvidia se desplomaron un 15% al cierre de la Bolsa europea, lo que representa la mayor pérdida de valor de una compañía en un solo día en la historia de la bolsa: más de 400.000 millones de dólares (alrededor de 380.000 millones de euros). Este descenso batió su propio récord negativo del 3 de septiembre de 2024, cuando la compañía perdió casi 279.000 millones de dólares en un solo día debido a unos resultados decepcionantes.
El regreso de Nvidia a la cima parecía inminente tras su recuperación de esa caída, alcanzando un máximo histórico hace solo tres semanas, con una cotización superior a los 149 dólares. Sin embargo, la irrupción de DeepSeek ha puesto en duda la fortaleza de su posición en el mercado, ya que su tecnología podría hacer que las barreras de entrada a la industria de los chips de IA sean menos infranqueables de lo que se pensaba. Esto ha llevado al valor de la acción a retroceder hasta los 120 dólares, lo que ha dejado a Nvidia en la tercera posición de las empresas más valiosas, por detrás de Apple y Microsoft.
Oliver Blackbourn, gestor de carteras de Janus Henderson, apunta que la aparición de un competidor más eficiente en el procesamiento de IA pone en cuestión la necesidad de los millonarios planes de inversión en infraestructura y propiedad intelectual que Nvidia había previsto. Blackbourn también advierte sobre el peligro de una posible fuga de inversores minoristas, atraídos por las altas rentabilidades de los últimos años, lo que podría generar un efecto dominó en los mercados.
El lunes negro de la tecnología
El impacto de la caída de Nvidia no se limitó a la compañía: el lunes negro afectó a todo el sector tecnológico, con pérdidas que podrían superar el billón de dólares. El índice Nasdaq Composite cayó un 3%, lo que refleja la creciente desconfianza de los inversores, especialmente en las empresas tecnológicas que se han visto beneficiadas de la inteligencia artificial. Este fenómeno no solo es producto de la competencia de DeepSeek, sino también de la sobrevaloración de las llamadas «Siete Magníficas» (Nvidia, Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, Meta y Tesla), cuyas capitalizaciones bursátiles superan el billón de dólares, un umbral que ninguna empresa europea ha alcanzado.
¿Recuperará Nvidia su posición?
La pregunta que muchos se hacen ahora es si Nvidia podrá superar este golpe. Si la historia se repite, la respuesta podría ser positiva, ya que la compañía tiene antecedentes de recuperación ante caídas significativas. Sin embargo, la lección que deja la irrupción de DeepSeek podría ser una reconsideración en las inversiones en infraestructuras de IA. Es posible que la inteligencia artificial, aunque todavía en sus primeras fases, haya sido sobrealimentada demasiado rápido por algunos de sus actores más grandes. Este fenómeno recuerda a la euforia que rodeó el nacimiento de internet y la burbuja de las puntocom, aunque en un contexto muy diferente, con Nvidia generando miles de millones en beneficios.
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