- El asteroide YR4 2024: Un impacto potencial que desvela alarma.
- De ocurrir un impacto, las consecuencias serían devastadoras.
- Los astrónomos continuarán observando el asteroide en los próximos años.
En los últimos días, científicos de todo el mundo han lanzado alarmas sobre el posible impacto del asteroide YR4 2024, un cuerpo celeste que, según predicciones, podría colisionar con la Tierra en diciembre de 2032. Este pronóstico, que inicialmente parecía lejano, ha tomado un giro inesperado tras la actualización de la NASA, que ha incrementado las probabilidades de impacto.
El asteroide, recientemente descubierto en diciembre de 2024, inicialmente clasificado con un riesgo bajo de impacto. En sus primeras evaluaciones, las probabilidades eran de 1 entre 83, pero con el paso del tiempo, los datos han cambiado. Hoy, la NASA estima que las posibilidades de colisión han aumentado a 1 entre 38, lo que se traduce en un 2.6% de probabilidades, el pronóstico más alto registrado hasta la fecha, según información publicada por New Scientist.
Esta creciente preocupación está respaldada por la clasificación del asteroide en la escala de Turín, una medida internacional que determina el nivel de peligro de los objetos cercanos a la Tierra. A finales de enero, el asteroide YR4 catalogado con el nivel tres de esta escala, lo que indica que, aunque no sea una amenaza inminente, debe monitorearse por los astrónomos debido a su potencial para causar destrucción localizada.
CONSECUENCIAS DEVASTADORAS
De ocurrir un impacto, las consecuencias serían devastadoras. Los expertos advierten que la colisión produciría una explosión equivalente a 8 megatones de TNT, aproximadamente 500 veces la potencia de la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima.
A pesar de la creciente alarma, los científicos instan a mantener la calma, ya que las probabilidades de impacto podrían disminuir a medida que se obtenga más información y el asteroide se acerque. En el pasado, varios objetos similares descartados de la lista de riesgos después de más observaciones.
Sin embargo, la incertidumbre persiste. Los astrónomos continuarán observando el asteroide en los próximos años, aunque será en 2028 cuando podrán obtener un análisis más detallado, debido a que el asteroide pasará detrás del Sol en abril de 2025, impidiendo su visualización por la mayoría de los telescopios terrestres. Mientras tanto, el telescopio espacial James Webb será una herramienta clave para obtener datos más precisos sobre el tamaño y la composición del asteroide, utilizando sus potentes instrumentos infrarrojos.
El futuro de YR4 sigue siendo incierto, pero el monitoreo continuo de los expertos promete proporcionar más claridad sobre este peligro potencial. La clave será seguir de cerca su trayectoria y mantener informado al público sobre los avances científicos que puedan reducir el temor, o bien confirmar el riesgo de una amenaza global.
0 comentarios