- El empleo asalariado en México alcanza cifras históricas.
- Al comenzar el cuarto trimestre del año, la tasa de trabajo asalariado aumentó del 65.7% al 66.8%.
- Sin embargo, a pesar de la mejora en los últimos dos meses, el trabajo asalariado ha avanzado lentamente en casi 20 años.
A pesar de que septiembre registró un saldo negativo en la creación general de empleo, el trabajo asalariado en México mostró un desempeño notable, alcanzando una cifra histórica, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
Al comenzar el cuarto trimestre del año, la tasa de trabajo asalariado aumentó del 65.7% al 66.8%, marcando así la segunda cifra más alta en la historia, sin tener en cuenta las distorsiones del mercado laboral provocadas por la pandemia de Covid-19. Durante los momentos más críticos de la emergencia sanitaria, el trabajo asalariado representó entre el 68% y el 70% de la fuerza laboral, un fenómeno que se debió a la disminución de empleos en el sector informal.
El crecimiento del indicador en septiembre se atribuye principalmente al aumento de la población con trabajo subordinado, que sumó más de medio millón de personas, siendo este el único renglón con un saldo positivo. Janneth Quiroz, directora de Análisis Económico de Monex, afirmó que «la recuperación acelerada de la actividad económica observada en el tercer trimestre de este año explica estos datos».
Con este crecimiento, el número de asalariados en el país alcanzó los 39.6 millones de personas. De cada diez empleos subordinados creados, ocho ofrecieron un salario a cambio de las actividades desempeñadas. Según Quiroz, este fortalecimiento del trabajo asalariado es una señal de que el mercado laboral sigue siendo fuerte y robusto, en línea con los datos del Producto Interno Bruto (PIB).
Sin embargo, a pesar de la mejora en los últimos dos meses, el trabajo asalariado ha avanzado lentamente en casi 20 años, con un crecimiento de solo ocho puntos porcentuales desde 2005. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) destaca que el nivel de trabajo asalariado en un país afecta la cobertura de la fuerza laboral en aspectos como el salario mínimo, donde en economías desarrolladas representa cerca del 90% de la población ocupada, en contraste con el 30% en países en vías de desarrollo.
La informalidad sigue presente
Uno de los principales obstáculos para un mayor nivel de empleo asalariado en México es la informalidad laboral, que aún abarca al 54% de la población ocupada. A pesar de que el trabajo formal ha mostrado fortaleza, los trabajos sin seguro social han disminuido poco, con menos de 2 puntos porcentuales en seis años, mientras que 2.7 millones de personas más se encuentran ocupadas sin acceso a servicios de salud y protección social.
Acción Ciudadana Frente a la Pobreza (ACFP) señala que la prevalencia de la informalidad es consecuencia de un modelo de seguro social vinculado a la condición laboral y de un paradigma económico basado en salarios bajos y la violación de derechos laborales. En comparación con países como Uruguay, Chile, Brasil y Costa Rica, México se encuentra rezagado en términos de informalidad laboral.
Para abordar esta problemática, ACFP propone desvincular el trabajo del acceso a servicios de salud y otras coberturas de protección social.
“La salud, el cuidado y el ingreso vital son derechos humanos y no deben ser considerados como prestaciones laborales”, concluye la organización.
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