- Elena Gouliakova: De patinadora a vivir en las calles de Monterrey.
- Llegó a Monterrey hace varios años con la intención de continuar su carrera en el patinaje.
- Fue entrenadora en el Deportivo San Agustín y el Alpino Chipinque.
La historia de Elena Gouliakova, una vez famosa patinadora rusa, ha dado un giro dramático. Conocida a nivel mundial por su destreza sobre el hielo, hoy vive en las calles de Monterrey, en una situación de extrema carencia.
Así lo ha revelado un residente de la ciudad, cuyo testimonio se ha viralizado en redes sociales, sorprendiendo a quienes recordaban su paso por el patinaje artístico.
El paso de la gloria a la adversidad
Elena Gouliakova llegó a Monterrey hace varios años con la intención de continuar su carrera en el patinaje, pero en lugar de continuar practicando el deporte que la catapultó a la fama, se dedicó a entrenar a nuevos talentos en varios clubes del Municipio de San Pedro Garza García. Sin embargo, hoy en día, la vida de la patinadora parece un recuerdo lejano.
El testimonio de un usuario en redes sociales revela que, al encontrarse con Elena en la calle, la reconoció inmediatamente y decidió saludarla. Sin embargo, al acercarse, Elena negó ser quien el usuario había identificado.
«Soy empresaria, trabajo para Promoda», respondió con evasivas, mientras evitaba cualquier tipo de entrevista.
El relato ha causado gran conmoción, no solo por la situación de la patinadora, sino también por el contraste entre su fama pasada y su actual realidad.
¿Cómo llegó Elena Gouliakova a las calles de Monterrey?
Elena Gouliakova fue parte del famoso espectáculo Holiday on Ice y, junto con su entonces pareja y entrenador, el ruso Nikolay Suetov, se trasladó a Monterrey con la intención de enseñar patinaje artístico. Durante su estancia en la ciudad, fue entrenadora en el Deportivo San Agustín y el Alpino Chipinque, y formó parte de la Asociación de Deportes Invernales de Nuevo León y de la Federación Mexicana de Patinaje sobre Hielo y Deportes de Invierno.
Sin embargo, la situación dio un giro en 2006 cuando, según diversas versiones, su pareja y entrenador la abandonó. Este evento provocó una crisis emocional en Elena, que culminó con un diagnóstico de esquizofrenia paranoide en 2010. La enfermedad afectó gravemente su estabilidad y capacidad para seguir trabajando, lo que, con el tiempo, la llevó a vivir en la calle.
La tristeza de una estrella caída
El caso de Elena Gouliakova ha puesto en evidencia las vulnerabilidades de los atletas después de alcanzar la fama. Su historia es un recordatorio de cómo las dificultades personales y de salud pueden transformar drásticamente la vida de una persona, sin importar su éxito anterior. Hoy, la patinadora que una vez brilló en escenarios internacionales, lucha por sobrevivir en las calles de Monterrey.
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