• Ultraprocesados: análisis profundo sobre su impacto en la salud.
• Ciertos ultraprocesados pueden estar asociados con mejores indicadores.
• Se recomienda una dieta equilibrada.

La etiqueta de “ultraprocesado” es una de las más temidas en el ámbito alimentario, ya que sugiere un escaso valor nutricional y efectos perjudiciales sobre la salud. Numerosos estudios científicos han documentado la estrecha relación entre el consumo de estos alimentos y diversas enfermedades, incluyendo obesidad, diabetes, cáncer y enfermedades cardiovasculares. En 2019, se advirtió sobre este vínculo negativo, y desde entonces, la cantidad de investigaciones sobre los ultraprocesados se ha triplicado hasta alcanzar cifras alarmantes en 2023.

Recientemente, un estudio significativo ha desafiado la idea de que todos los ultraprocesados son igualmente dañinos. Publicado en la prestigiosa revista The Lancet, este análisis involucra el seguimiento de cerca de 200,000 personas en tres grandes cohortes de EE. UU. durante más de 30 años. Además, incluye una revisión exhaustiva de datos de otros países, sumando más de un millón de participantes. Los resultados, aunque sorprendentes, muestran que ciertos ultraprocesados pueden estar asociados con mejores indicadores de salud cardiovascular.

El estudio revela que, en general, el consumo de ultraprocesados aumenta en un 16% el riesgo de enfermedad cardiovascular y un 11% el de enfermedad coronaria. Sin embargo, no todos los grupos de alimentos en esta categoría tienen la misma influencia negativa.

Mientras que bebidas azucaradas, bebidas con edulcorantes artificiales y carnes procesadas son los más perjudiciales, otros como panes, cereales de desayuno, yogur y snacks salados presentan una correlación inversa, sugiriendo un menor riesgo cardiovascular. Curiosamente, se observó que el consumo de licores fuertes también se asocia con un menor riesgo de enfermedad coronaria, aunque esto no debe interpretarse como una invitación al exceso.

Este análisis genera confusión entre los consumidores, quienes pueden sentir que los mensajes sobre nutrición son contradictorios. Es crucial recordar que «correlación no implica causalidad».

La relación observada entre ciertos ultraprocesados y la salud cardiovascular puede explicarse por factores subyacentes, como la calidad de los ingredientes, el contenido de fibra y los nutrientes beneficiosos. Por ejemplo, los yogures, especialmente los naturales, son reconocidos por su contenido de probióticos, lo que podría explicar su asociación positiva con la salud cardiovascular.

Es importante mencionar que los participantes del estudio eran en su mayoría profesionales de la salud con un nivel socioeconómico medio-alto, lo que limita la generalización de los resultados a toda la población.

EFECTOS POSITIVOS

Además, los autores del estudio advierten que, aunque algunos ultraprocesados pueden tener efectos positivos en ciertos contextos, la conclusión general es clara: el consumo de alimentos ultraprocesados está vinculado al aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por tanto, se recomienda una dieta equilibrada basada en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y agua.

Por último, la clasificación NOVA, que categoriza los alimentos según su grado de procesamiento, presenta debilidades inherentes. Aunque la mayoría de los ultraprocesados tienen un bajo valor nutricional, algunos, como los yogures naturales, pueden ser saludables a pesar de ser clasificados como tales. Este estigma asociado a los ultraprocesados requiere una reflexión más profunda y un debate continuo sobre la verdadera calidad nutricional de los alimentos.