- Menopausia y sexualidad: impactos y perspectivas
- Un enfoque integral sobre cómo la menopausia afecta la vida sexual de las mujeres.
- Un estudio reciente pone de relieve la «excesiva medicalización» de la menopausia.
Desde el nacimiento hasta la muerte, la sexuación, un proceso que abarca las fases biológicas, psicológicas y socioculturales, juega un papel crucial en la definición de la sexualidad de una persona. Este proceso no solo determina el sexo genético, sino también la identidad y orientación sexual de cada individuo. La menopausia, un componente crítico de la sexuación en las mujeres, marca el fin de la capacidad reproductiva y se asocia con numerosos cambios físicos y emocionales que pueden influir profundamente en la sexualidad.
La menopausia se considera oficialmente cuando una mujer ha pasado doce meses consecutivos sin menstruar, y es frecuentemente vista de manera negativa en muchas culturas occidentales. Sin embargo, en otras partes del mundo, este cambio de vida no se marca tan claramente, y no existe ni siquiera un término específico para describirlo. A nivel biológico, la menopausia conlleva el cese de producción de estrógenos debido al envejecimiento de los ovarios.
Un estudio reciente pone de relieve la «excesiva medicalización» de la menopausia, sugiriendo que los síntomas como irritabilidad, alteraciones del sueño y cambios en la apariencia física son frecuentemente tratados más como una condición médica que como una fase natural de la vida. Estos síntomas incluyen desde sofocos y sequedad vaginal hasta cambios en la distribución de la grasa corporal, lo que puede afectar la percepción de atractivo y el deseo sexual.
A pesar de estos desafíos, la disminución del deseo sexual no necesariamente conduce a una vida sexual menos activa. Para muchas mujeres, la menopausia puede ser un tiempo para adaptar y enriquecer su experiencia sexual. Estrategias como prolongar los prolegómenos, utilizar lubricantes y explorar nuevas técnicas sexuales pueden ser efectivas. En casos más severos, tratamientos como la terapia con estrógenos y fisioterapia del suelo pélvico han demostrado ser beneficiosos.
Es fundamental abordar estos temas con transparencia y apoyo, tanto en la pareja como en el contexto médico. Además, mantener un estilo de vida saludable, incluyendo una dieta balanceada y ejercicio regular, es esencial para manejar los síntomas de la menopausia.
Por último, es crucial entender que la menopausia no afecta a todas las mujeres de la misma manera. Muchas experimentan una renovación de su vida sexual post-menopausia, liberadas del temor al embarazo no deseado. Esto subraya que la sexualidad femenina durante la menopausia no está solo influenciada por cambios hormonales, sino también por cómo cada mujer ha vivido su sexualidad anteriormente y su capacidad para adaptarse a los cambios.
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