- Humo tóxico en la ciencia: la influencia de la industria tabacalera.
- La investigación analizó 40 revistas científicas y examinó más de 870 estudios publicados desde 1996.
- La infiltración de la industria tabacalera en la investigación científica es un fenómeno global.
La literatura científica se ve empañada por el humo del tabaco, según una investigación conjunta realizada por The Investigative Desk y la prestigiosa revista médica The BMJ. El estudio revela una preocupante connivencia entre la industria del tabaco y las principales revistas del sector, donde financiamientos de empresas tabacaleras respaldan estudios que socavan la salud pública.
La investigación, que analizó 40 revistas científicas y examinó más de 870 estudios publicados desde 1996 en el repositorio PubMed, pone al descubierto una práctica extendida en la que al menos uno de los investigadores tiene vínculos financieros con la industria tabacalera. A pesar de los esfuerzos de algunas publicaciones por cortar lazos con esta industria, solo ocho revistas han prohibido total o parcialmente la financiación por parte de tabaqueras.
La infiltración de la industria tabacalera en la investigación científica es un fenómeno global, alimentado por la diversificación de las grandes tabacaleras en conglomerados empresariales que incluyen filiales médicas y farmacéuticas. Esta red empresarial, cada vez más compleja, dificulta la detección de posibles conflictos de interés incluso para las revistas más vigilantes.
El estudio destaca casos alarmantes, como el de BMJ Open, que tuvo que retractarse de un artículo financiado por un patrocinador vinculado a la Fundación para un Mundo sin Humo, dependiente de Philip Morris International. Este ejemplo ilustra cómo la influencia de la industria tabacalera pervierte la investigación, incluso en publicaciones de renombre.
Sembrar dudas y confusión
La estrategia de sembrar dudas y confusión, descrita por autores como Erik M. Conway y Naomi Oreskes en «Mercaderes de la duda«, ha sido empleada durante décadas por las tabacaleras para obstaculizar el consenso científico sobre los riesgos del tabaco. Ahora, esta estrategia se replica con las alternativas al tabaco, como los cigarrillos electrónicos, cuyos riesgos para la salud son cada vez más evidentes.
A pesar de las evidencias, algunos científicos continúan recibiendo financiación del sector tabacalero, generando un sesgo que obstaculiza la implementación de políticas efectivas contra el tabaquismo. La magnitud de la influencia de la industria tabacalera en la investigación científica plantea serias implicaciones para la salud pública, según advierten expertos como Francisco Camarelles Guillem, de la Universidad Autónoma de Madrid.
A medida que la industria del tabaco busca mantener su relevancia en un mundo en declive, su estrategia incluye no solo la diversificación de productos, sino también la influencia directa en profesionales sanitarios a través de financiamientos y cursos de formación. La reciente revelación de que la tabacalera Philip Morris financiaba cursos para médicos en Medscape es solo un ejemplo de esta estrategia.
En un panorama donde solo el 20% de las principales revistas médicas tienen políticas para protegerse contra la influencia de la industria tabacalera, esta investigación plantea un llamado de atención urgente. Sin embargo, escapar de esta influencia sigue siendo un desafío considerable debido a la complejidad de la red empresarial y los intereses económicos en juego. A menos que se produzcan cambios significativos, la sombra del tabaco seguirá oscureciendo la investigación científica y amenazando la salud pública.
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