- A 10 años de Ayotzinapa, la ira choca contra Palacio Nacional.
- Las familias de los desaparecidos sienten que el tiempo apremia.
- La marcha de este jueves ha sido una muestra de la persistente lucha por justicia.
El décimo aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa marcado por una manifestación masiva en el Zócalo de Ciudad de México. Bajo una constante lluvia, el clamor por justicia ha superado el repiqueteo del agua, con gritos que exigen respuestas y la frase que resuena desde hace una década: «¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!».
A medida que el sexenio de Andrés Manuel López Obrador llega a su fin, las familias de los desaparecidos sienten que el tiempo apremia. El presidente, que prometió esclarecer el caso, acusado de proteger al Ejército, lo que ha generado desconfianza y rompimiento del diálogo con los familiares. Hilda Legideño, madre de uno de los estudiantes, denunció la falta de avances en la investigación, exigiendo que el Ejército entregue la información clave para resolver el caso.
A lo largo de los años, las investigaciones han revelado la participación de diversas corporaciones de seguridad, incluyendo al Ejército, en los eventos de aquella noche en Iguala, Guerrero. Sin embargo, la verdad completa aún se escapa, y solo se han encontrado pequeños restos de tres de los estudiantes.
La marcha de este jueves ha sido una muestra de la persistente lucha por justicia, con los nombres de los 43 estudiantes resonando en los gritos de los manifestantes. Aunque López Obrador declaró que «la justicia tarda pero llega», la promesa de avanzar en la investigación ahora recae en Claudia Sheinbaum, señalada como la próxima presidenta de México. Los familiares de los desaparecidos aseguran que no descansarán hasta que la verdad salga a la luz, independientemente de quién gobierne.
Este aniversario refleja una década de dolor, rabia y, sobre todo, una búsqueda incansable por la justicia en un caso que ha marcado a México y al mundo.
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