Ya sé ya sé no somos Venezuela… ¡pero ojo con esto! Un análisis comparativo y reflexivo de Gerardo Aguado sobre las similitudes políticas.

Gente que simpatiza con MORENA y López Obrador sostiene a rajatabla que México no es Venezuela, y tienen razón, hay enormes diferencias culturales, históricas y económicas. Sin embargo, quien no quiere ver las similitudes en cuanto a lo político es porque tiene una venda en los ojos.

Por supuesto, hay similitudes, sobre todo en cuanto a la concentración de poder, y si en México se llega a concretar el famoso “Plan C”, entonces esa brecha de similitudes se acortaría. Para los que no quieren entender por qué hay similitudes, aquí dejo algunas características que se replican en los países latinoamericanos.

Las izquierdas en Latinoamérica han tenido un papel significativo en la historia política y social de la región. A lo largo de las décadas, han abogado por la justicia social, la igualdad y la democratización.

Algunos de los movimientos y gobiernos de izquierda más destacados en Latinoamérica incluyen, por supuesto, la Revolución Cubana encabezada por Fidel Castro, que derrocó al régimen de Fulgencio Batista e instauró un gobierno socialista. La Unidad Popular en Chile es otro ejemplo, donde el gobierno de Salvador Allende implementó políticas socialistas, pero fue derrocado por un golpe militar.

REVOLUCIÓN SANDINISTA

La Revolución Sandinista en Nicaragua logró derrocar al régimen de Anastasio Somoza y estableció un gobierno de izquierda. El gobierno de Hugo Chávez en Venezuela implementó políticas de izquierda, como la nacionalización de industrias y la redistribución de la riqueza. El gobierno de Evo Morales en Bolivia, el primer presidente indígena del país, implementó políticas de izquierda y abanderó la pelea por los derechos de los pueblos indígenas.

Todos estos movimientos y gobiernos han tenido un impacto significativo en la región, promoviendo cambios, sobre todo en lo político. Sin embargo, esos cambios han significado principalmente la búsqueda por la concentración del poder y la desaparición de los contrapesos.

La desaparición de contrapesos en las izquierdas latinoamericanas es un tema relevante, y destaco siete puntos clave:

1. Concentración de poder: En algunos gobiernos de izquierda, se ha observado una tendencia a concentrar el poder en la figura del líder, lo que puede llevar a la erosión de instituciones y contrapesos.
2. Debilitamiento de la oposición: La polarización política y la retórica contra la oposición pueden debilitar la capacidad de los partidos opositores para ejercer un contrapeso efectivo.
3. Control de medios de comunicación: Algunos gobiernos de izquierda han intentado controlar o influir en los medios de comunicación, lo que puede limitar la pluralidad de voces y la crítica.
4. Intervención en instituciones autónomas: La intervención en instituciones como la justicia, el poder electoral o la contraloría puede socavar su independencia y capacidad para actuar como contrapesos.
5. Personalización del poder: La identificación del gobierno con la figura del líder puede llevar a una personalización del poder, donde las decisiones se toman sin considerar la institucionalidad.
6. Limitaciones a la sociedad civil: Restricciones a la sociedad civil, como ONGs y movimientos sociales, pueden limitar su capacidad para ejercer presión y actuar como contrapesos.
7. Desinstitucionalización: La desinstitucionalización y la creación de estructuras paralelas pueden debilitar la institucionalidad y los contrapesos.

Estos factores pueden contribuir a la desaparición de contrapesos en las izquierdas latinoamericanas, lo que puede tener consecuencias negativas para la democracia y el Estado de derecho. Efectivamente, no somos Venezuela, no somos Cuba, ni somos Bolivia, pero el Plan C, como lo plantea López Obrador, busca exactamente lo mismo que hicieron los líderes de izquierda en estos países: eliminar contrapesos y desaparecer los poderes.