En su columna «Recuento de los daños parte 2: La autocrítica», Gerardo Aguado reflexiona sobre los resultados electorales del 2 de junio, instando a los partidos opositores a realizar una autocrítica profunda y a construir un proyecto de nación atractivo y propositivo para las familias mexicanas.
Luego de los resultados del pasado 2 de junio, los partidos opositores debemos entrar en un espacio de autocrítica, que nos permita aceptar que hay que escuchar más a los que no piensan como nosotros y que no podemos permanecer divorciados de la realidad social de las familias de nuestro país.
Debemos aceptar también, que no se ha construido un proyecto de nación atractivo para la mayoría de las y los mexicanos. Es urgente para nosotros como oposición alejarnos de los viejos criterios, que no nos permiten juzgar y analizar las cosas nuevas. Y peor aún, que nos nos permiten ser propositivos.
Luego de la elección, aquella tesis de que “a mayor porcentaje de votación, más posibilidades de la oposición de mejorar sus resultados”, se derrumbó. Yo en lo particular nunca lo entendí, porque no tenía lógica y los resultados dieron la razón. El porcentaje de votación se incrementó considerablemente y nuestras posibilidades disminuyeron. Se derrumba también la idea de que las clases medias, estaban alejadas de Morena. Los análisis orientan a que parte importante de las clases medias respaldaron a los candidatos y candidatas de Morena, en todos los cargos públicos.
También los programas de asistencia social impulsados por el gobierno federal, como son pensión para adultos mayores, jóvenes construyendo el futuro, becas Benito Juárez y Sembrando Vida, que consisten en la transferencia de dinero a ciudadanos, jugaron un papel preponderante en los comicios, por ejemplo, en la mayoría de los estados de nuestro país, siete de cada diez personas que votaron por Morena, tienen algún beneficio de programa social.
Congreso Federal
En cuanto al Congreso federal, siendo este el lugar más adecuado para los equilibrios y contrapesos políticos, será en su mayoría, para Morena, PVEM y PT; aunque no hay que olvidar que la constitución contempla la figura de la ‘sobrerrepresentación’, por lo que será muy interesante conocer pronto y con exactitud legal si los partidos afines a la 4T tendrán la mayoría calificada. Como oposición, si bien no tendremos la cantidad suficiente de escaños y curules, si tendremos la obligación ante los ojos de los mexicanos, de ser un equilibrio político muy responsable en el país.
Creo que es impostergable comenzar a esbozar un movimiento opositor nacional y estatal. Alejados incluso del discurso que solo va contra la 4T y más colocados sobre las realidades de nuestro país a través de propuestas. Mucha reflexión por delante, mucha autocrítica, mucha sensibilidad y sobre todo mucho trabajo. Al tiempo.






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