El chantaje político disfrazado de legalidad. Héctor Esparza analiza el ultimátum del diputado Antonio Attolini contra el secretario del Ayuntamiento de Torreón, José Elías Ganem. ¿Qué dice realmente la ley? Aquí te contamos todo.
ALTOCONTRASTE
¿Qué hace un político cuando quiere más titulares que resultados? En AltoContraste analizamos el espectáculo del diputado local plurinominal Antonio Attolini Murra, quien se excedió en su histrionismo al lanzar un ultimátum lleno de amenazas y vacío de fundamentos legales. ¿El objetivo? Cuestionar la designación del secretario del Ayuntamiento de Torreón, José Elías Ganem Guerrero, pero con argumentos que, al revisar la ley, se desploman como castillos de arena.
El problema no radica únicamente en la imprecisión legal de Attolini, sino en su estrategia: en lugar de iniciar una denuncia judicial con pruebas, opta por la presión mediática y el ultimátum. Este método de chantaje político no solo carece de seriedad, sino que degrada el ejercicio de la política..
Si Attolini tiene los elementos para sostener sus acusaciones, ¿por qué no proceder conforme a la ley? El diputado afirmó que ya se están preparando procesos legales. Sin embargo, hasta ahora, todo parece más un espectáculo que un acto de justicia.
No se trata de defender a Ganem Guerrero ni de invalidar las críticas legítimas, sino de señalar cómo se está jugando, distorsionando las leyes para ganar aplausos.
El contraste es claro: La política no debería ser un juego de chantajes, sino un ejercicio serio de servicio público.
¿Estamos dispuestos a aceptar este espectáculo como normalidad? En AltoContraste decimos que no.
0 comentarios