- Un desastre la reunión de Morena en Saltillo.
- El evento lo encabezó la dirigente nacional, Luisa María Alcalde, y Andrés Manuel López Beltrán, quien no habló.
- Otra vez los grupos de Luis Fernando Salazar y Cecilia Guadiana chocaron.
El evento organizado por Morena en Saltillo, encabezado por su presidenta nacional Luisa María Alcalde, puso de manifiesto las tensiones y divisiones internas que enfrenta el partido en Coahuila. Aunque el objetivo principal era promover la afiliación de 250 mil coahuilenses como parte de una meta nacional de 10 millones de credencializados, los desacuerdos y reclamos entre militantes y dirigentes marcaron la jornada.
Durante la asamblea, Luisa María Alcalde destacó la importancia de fortalecer las estructuras locales y consolidar a Morena como la primera fuerza política en el estado. Anunció que el partido retomará métodos tradicionales para seleccionar a sus candidatos, como la tómbola, además de encuestas que permitirán a los coahuilenses elegir a los perfiles más adecuados para las elecciones. Asimismo, presentó un «Decálogo para autoridades emanadas de Morena» y los «100 postulados de un/una Morenista», documentos que buscan reforzar los principios éticos dentro del partido.
Sin embargo, el encuentro estuvo cargado de tensiones. Militantes de base expresaron su descontento con consignas y mantas que denunciaban presuntos actos de corrupción y nepotismo en la dirigencia estatal. Entre los señalados estuvieron Diego del Bosque Villarreal, líder estatal, y otros integrantes cercanos a él, acusados de favorecer a familiares y allegados para posiciones clave en el partido.

Todos contra todos
La división también quedó evidenciada durante el evento con la presencia de diferentes grupos que compitieron por protagonismo. Hubo abucheos dirigidos a ciertos líderes y muestras de apoyo a otros, lo que dejó en claro la falta de cohesión interna. Incluso, momentos como el intento de cantar «Las Mañanitas» a la senadora Cecilia Guadiana terminaron en un incómodo silencio, reflejando el ambiente tenso y desorganizado.
A pesar de los esfuerzos de la dirigencia nacional por enfocar la atención en el crecimiento y unidad del partido, la jornada dejó en evidencia que Morena enfrenta retos significativos para consolidarse como fuerza política en el estado. Con miras a las elecciones de 2026 y 2029, las fracturas internas podrían ser un obstáculo importante para alcanzar sus objetivos políticos en Coahuila.
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