- Leticia Herrera ´arremete´ contra fraccionamientos sucios.
- El principal señalado es el fraccionamiento Urbivillas, tiene 20 años de construcción, incompleta.
- Imperan las aguas negras, moscas, basura, moscos y más.
El fraccionamiento Urbivillas, en Gómez Palacio, se ha convertido en un símbolo de abandono y malas prácticas en la planeación urbana. A más de 20 años de su construcción, el desarrollo sigue sin ser entregado formalmente, enfrentando problemas graves de infraestructura y servicios básicos. Aguas negras en las calles, invasiones de viviendas y una plaza pública convertida en basurero son solo algunas de las consecuencias.
La presidenta municipal, Leticia Herrera, expresó su frustración durante una sesión de Cabildo: “Quiero que hubieran visto lo que yo vi, hagan de cuenta que es un basurero (…) yo no les puedo dar todo el servicio, por humanidad se los doy, pero el fraccionamiento no tiene responsable”.
El abandono del proyecto comenzó cuando la constructora desapareció sin cumplir con los pagos al dueño del predio, identificado como Raúl González, quien tampoco recibió liquidación por el terreno. Según Juan Salazar, titular de Obras Públicas, la urbanización fue autorizada con pozos de absorción para captar agua pluvial, pero nunca funcionaron, convirtiéndose en focos de acumulación de aguas grises.
Además, el 80 % de las viviendas están invadidas, muchas de ellas por migrantes, lo que agrava la situación al no existir un control adecuado.
¿Y porqué no toman cartas en el asunto?
Urbivillas no es un caso aislado. Según Obras Públicas, hay 44 fraccionamientos más en situaciones similares, de un total de 69 heredados por la actual administración. Aunque 15 han sido regularizados, muchos enfrentan problemas legales o estructurales que complican su rescate.
La problemática en Urbivillas evidencia fallos en la regulación, construcción y supervisión de proyectos habitacionales. Mientras el municipio busca soluciones, como limpieza y diálogo con empresarios para rehabilitar viviendas, los habitantes siguen enfrentando condiciones precarias. Resolver este conflicto requiere no solo recursos, sino una reestructuración de las políticas de desarrollo urbano.
0 comentarios