• Cuerpo en descomposición es encontrado cerca del río en Lerdo.
• Aún no identifican a la persona.
• Llaman a extremar precauciones en estos lugares.

En la tarde del lunes, se halló un cuerpo en estado de descomposición a orillas del Río Nazas, cerca de la Curva del Japonés en Lerdo. Este sería el cuarto caso de ahogamiento en la temporada.

El cierre de las compuertas del río tras el ciclo de riego permitió la exposición del cadáver, que se encontraba en estado de putrefacción. El hallazgo se reportó minutos antes de las 18:00 horas cerca de las compuertas de San Fernando, que derivan al canal del Sacramento. Las autoridades se presentaron en el lugar, confirmaron el hallazgo y notificaron al personal forense y del Ministerio Público de la Vicefiscalía de la Región Laguna.

Detalles del cuerpo

María Isabel Macías Sifuentes, coordinadora de Protección Civil de Lerdo, informó que el cuerpo pertenece a un hombre, presumiblemente arrastrado por el río y dejado expuesto tras la bajada del nivel del agua. Hasta el momento, no se tienen más datos para identificar al fallecido.

Rescate y procedimientos

El rescate del cuerpo se realizó con la ayuda de elementos de Bomberos y Protección Civil, quienes utilizaron cuerdas y equipo especial para bajar varios metros desde la carretera hasta el río. Posteriormente, el cadáver se llevó al Servicio Médico Forense para la autopsia y determinación de la causa de muerte, quedando en calidad de desconocido.

Advertencias de seguridad

Macías Sifuentes señaló que este es el cuarto caso de ahogamiento en lo que va del ciclo y expresó la esperanza de que sea el último. Además, recordó que ni siquiera en aguas estancadas es seguro nadar, debido a la variabilidad de la profundidad, que puede oscilar entre uno y diez metros. «Es el cuarto ahogado en lo que va del ciclo. Espero que sea el último porque llevábamos tres y ayer hubo un semiahogamiento que pudo ser rescatada por los Buzos Castañeda«, afirmó.

Las autoridades continúan investigando el caso y han instado a la población a extremar precauciones al acercarse a cuerpos de agua, especialmente durante el ciclo de riego.