• Trudeau se reúne con Trump tras amenaza de aranceles.
• Se convirtió en el primer líder de una gran potencia industrial en recibir a Trump desde su victoria.
• La política de Trump sobre los aranceles podría afectar gravemente la economía de ambos países.

La amenaza del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá ha generado una rápida y contundente respuesta por parte de los mandatarios de ambos países.

Tras una conversación telefónica entre Trump y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, el viernes fue el turno del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, quien decidió dar un paso más allá. En lugar de una llamada, Trudeau viajó a Florida para reunirse con Trump en persona y cenar con él en su residencia de Mar-a-Lago.

Con esta visita, Trudeau se convirtió en el primer líder de una gran potencia industrial en recibir a Trump desde su victoria electoral del 5 de noviembre. El presidente de Argentina, Javier Milei, también tuvo un breve encuentro con Trump en la conferencia conservadora celebrada la semana pasada en Palm Beach.

En sus declaraciones, Trudeau expresó su disposición a resolver la disputa por los aranceles a través del diálogo directo con Trump.

“Vamos a trabajar juntos para abordar algunas de las preocupaciones que se han planteado”, afirmó el primer ministro canadiense en la Isla del Príncipe Eduardo, mientras se preparaba para su viaje a Florida. “Pero, en última instancia, es a través de muchas conversaciones constructivas con el presidente Trump que podremos avanzar en el camino correcto para todos los canadienses”, agregó.

Aranceles que podrían desmantelar el T-MEC

Trump ha señalado que impondría aranceles generalizados sobre los productos de ambos países si no detienen el flujo de inmigrantes y el tráfico de drogas a través de sus fronteras. En caso de que esta amenaza se haga efectiva, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), conocido en inglés como USMCA, podría quedar en peligro, ya que dicho acuerdo exime a los productos comerciales de aranceles. La posible imposición de tarifas podría ser el inicio de una renegociación del pacto.

Trudeau, consciente de la dependencia de Canadá hacia el mercado estadounidense, donde exporta el 77% de sus bienes, no ha dejado pasar tiempo. En su conversación previa con Trump, ya había tratado de encontrar puntos de acuerdo, pero con la amenaza de los aranceles aún latente, se apresuró a hacer este viaje de alto perfil para intentar evitar una crisis comercial.

“Es importante entender que cuando Donald Trump hace este tipo de declaraciones, tiene la intención de llevarlas a cabo. No hay duda de eso”, declaró Trudeau en una rueda de prensa. “Nuestra responsabilidad es mostrar que no solo estaría afectando a los canadienses, sino que también aumentaría los precios para los ciudadanos estadounidenses y dañaría a las industrias y negocios en Estados Unidos”, añadió.

Diferencias en la situación de inmigración y drogas

En cuanto a la migración y el tráfico de drogas, Trudeau subrayó la diferencia entre la situación de Canadá y la de México. Mientras que la llegada de inmigrantes indocumentados a través de Canadá es mínima comparada con la frontera sur de EE. UU., las incautaciones de drogas, particularmente de fentanilo, también son mucho menores. En el último año fiscal, las autoridades estadounidenses confiscaron 43 libras de fentanilo en la frontera canadiense, frente a las más de 21,000 libras incautadas en la frontera con México.

El primer ministro de Ontario, Doug Ford, reaccionó de manera contundente ante las acusaciones de Trump de equiparar a Canadá con México.

“Compararnos con México es lo más insultante que he escuchado”, declaró, manifestando su frustración y subrayando la injusticia de la comparación.

Posibles consecuencias económicas

La relación económica entre ambos países es vital, dado que Canadá es el principal destino de las exportaciones de 36 estados de EE. UU., con un intercambio comercial que supera los 2,700 millones de dólares estadounidenses diarios. Además, Canadá abastece a Estados Unidos con recursos esenciales como petróleo, acero, aluminio y minerales críticos para la seguridad nacional. En caso de que se impongan los aranceles, el impacto no solo se sentiría en Canadá, sino también en las industrias estadounidenses, que podrían ver elevados los costos de producción.

La política de Trump sobre los aranceles podría afectar gravemente la economía de ambos países y hacer retroceder los esfuerzos por contener la inflación. Aunque tanto Trudeau como Sheinbaum intentan mitigar los efectos de las amenazas, los riesgos de una guerra comercial entre las naciones son elevados.

Mientras Sheinbaum se muestra confiada de evitar una crisis comercial con Estados Unidos, al calificar su conversación con Trump como «excelente», la incertidumbre persiste. Trump, por su parte, asegura que gracias a esa llamada México tomará medidas «inmediatas» para frenar la inmigración. Aunque las palabras del presidente electo no coinciden completamente con la versión de la mandataria mexicana, la presión sobre ambos países para resolver las diferencias comerciales sigue siendo alta.