- Texas refuerza frontera con redadas y tropas.
- Desde el inicio de este segundo mandato, el gobierno de Trump ha priorizado la deportación de migrantes con antecedentes penales.
- Texas, con sus más de 2,000 kilómetros de frontera con México, ha reforzado su colaboración con la Casa Blanca.
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca por segunda vez ha reactivado con fuerza su agenda migratoria, y Texas se ha convertido en el epicentro de las acciones. En menos de una semana, el estado republicano por excelencia ha sido escenario de deportaciones masivas, redadas y el despliegue de tropas y aeronaves para reforzar la seguridad fronteriza.
Greg Abbott, gobernador texano, ha demostrado ser un aliado clave del presidente, consolidando una relación que promete cambiar el panorama migratorio en la región.
Deportaciones y redadas: el nuevo ritmo migratorio
Desde el inicio de este segundo mandato, el gobierno de Trump ha priorizado la deportación de migrantes con antecedentes penales. El viernes, en un gesto que simboliza esta nueva etapa, tres aviones —dos militares y uno chárter— despegaron de Fort Bliss, Texas, con 265 guatemaltecos deportados. Estas acciones, aunque realizadas desde bases federales, han contado con el respaldo indirecto de autoridades locales texanas, especialmente en el acceso a datos de personas detenidas en cárceles estatales.
El domingo, las primeras redadas masivas en Austin, San Antonio y el Río Grande Valley dejaron claro que la colaboración entre el gobierno federal y Texas va más allá de lo simbólico. Según datos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), el promedio de arrestos diarios desde la llegada de Trump asciende a 600, casi duplicando las cifras de la administración Biden.
Seguridad fronteriza: un frente común
Texas, con sus más de 2,000 kilómetros de frontera con México, ha reforzado su colaboración con la Casa Blanca. Abbott anunció el envío de 400 soldados adicionales a la frontera, quienes se sumarán a las tropas estatales de la Operación Lone Star, lanzada en 2021. Además, se desplegarán aviones C-130 y helicópteros Chinook, mientras que la administración Trump ha movilizado 1,500 soldados en servicio activo.
“Texas tiene un socio en la Casa Blanca con el que podemos trabajar para asegurar la frontera entre Texas y México”, declaró Abbott, quien agradeció a Trump por su “liderazgo decisivo”.
Texas y Trump: una relación que promete más
Con más de 5.5 millones de inmigrantes en el estado, Texas se posiciona como un aliado estratégico en la ejecución de la política migratoria de Trump. La sintonía entre ambas administraciones promete una colaboración estrecha en los próximos años, marcando una nueva etapa en la relación entre Washington y Austin.
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