- Presos contra el fuego: la controversial lucha de reclusos.
- Los presos voluntarios, seleccionados bajo estrictos criterios, ganan entre $5.80 y $10.24 dólares al día.
- A pesar de las condiciones precarias, muchos presos ven en este programa una oportunidad.
Los incendios que azotan California han puesto en evidencia no solo la magnitud de los desastres naturales en la región, sino también la participación de un grupo inesperado en las labores de extinción: los presos.
Actualmente, cerca de 900 reclusos trabajan en turnos de 24 horas para combatir las llamas que han devastado más de 160 kilómetros cuadrados en Los Ángeles, dejando 24 muertos y miles de evacuados. Este grupo representa el 30% de las fuerzas contra incendios del estado y su labor, aunque vital, está rodeada de controversia.
Los presos voluntarios, seleccionados bajo estrictos criterios, ganan entre $5.80 y $10.24 dólares al día, un salario irrisorio comparado con los $85,000 dólares anuales que percibe un bombero profesional en California. Además, enfrentan riesgos considerables, ya que tienen cuatro veces más probabilidades de sufrir heridas que sus contrapartes profesionales, según un informe de la Unión de Libertades Civiles.
El programa, que data de 1915, permite a los reclusos conmutar penas: por cada día trabajado en el fuego, obtienen dos días menos de condena. Sin embargo, las críticas apuntan a la falta de capacitación adecuada, la inseguridad en sus tareas y las barreras que enfrentan para integrarse como bomberos profesionales tras su liberación. Aunque la ley AB 2147, aprobada en 2020, permite eliminar antecedentes a quienes participan en este programa, solo una docena de exreclusos ha logrado beneficiarse de esta medida en dos años.
MUCHOS VEN ESTE PROGRAMA COMO UNA OPORTUNIDAD
A pesar de las condiciones precarias, muchos presos ven en este programa una oportunidad. Según Matthew Hahn, un exrecluso que trabajó como bombero, “los campamentos de fuego son los lugares más humanos para cumplir condena en el sistema penitenciario de California”. La experiencia, además de reducir sus penas, les ofrece capacitación en emergencias y un propósito en medio de su condena.
No obstante, organizaciones como Vera Institute of Justice critican que esta mano de obra barata beneficia más al Estado que a los reclusos, generando miles de millones de dólares en servicios con salarios irrisorios. Mientras California sigue enfrentando incendios cada vez más devastadores debido al cambio climático, el debate sobre el uso de presos en estas labores continúa encendido, planteando preguntas sobre ética, seguridad y justicia laboral.
0 comentarios