- Mueven a García Luna de NY a Oklahoma.
- Este movimiento se realizó tras la solicitud de su defensa, que pedía una ubicación más cercana a Washington.
- Su familia podría visitarlo sin muchas complicaciones.
El exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, condenado a 38 años de prisión por sus vínculos con el narcotráfico, lo trasladaron recientemente de la prisión de Nueva York, donde cumplía su condena, a un centro de transferencia en Oklahoma. Este movimiento se realizó tras la solicitud de su defensa, que pedía una ubicación más cercana a Washington para facilitar las visitas de su familia. La solicitud la aprobó el juez Brian Cogan, quien en octubre sentenció a García Luna por cargos de narcotráfico y falsificación de declaraciones.
Aunque la fecha exacta de su traslado sigue sin divulgarse, se sabe que a García Luna lo reubicarán en al Centro Federal de Transferencias de Oklahoma, una instalación utilizada para el traslado de prisioneros federales. No indicaron si permanecerá en este centro o si será trasladado a otra prisión en el futuro. Los registros del Buró Federal de Prisiones de Estados Unidos confirmaron esta nueva ubicación, pero no se han proporcionado detalles adicionales.
García Luna estuvo detenido en el Centro de Detención Metropolitano de Nueva York, un recinto de máxima seguridad en el que también se encuentra Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, exlíder del Cártel de Sinaloa. Durante su juicio, el exfuncionario mexicano lo acusaron de tener nexos con el crimen organizado, y varios testigos, incluidos criminales del narcotráfico, testificaron sobre su supuesta complicidad.
´Vista gorda´
El expresidente Felipe Calderón, quien gobernó México durante el periodo en el que García Luna ocupó el cargo, ha afirmado desconocer las supuestas relaciones de su excolaborador con los cárteles. Sin embargo, la condena de García Luna y las pruebas presentadas durante el juicio dejan al descubierto un oscuro vínculo entre el exfuncionario y el narcotráfico.
El traslado de García Luna a Oklahoma marca un capítulo más en la larga y controversial saga de su vinculación con el crimen organizado en México. Mientras continúa su apelación para reducir su sentencia, su caso sigue siendo un reflejo de las sombras que marcaron la lucha contra el narcotráfico en el país. Los próximos movimientos judiciales podrían ser clave para determinar su destino final.
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