- La lucha de Texas contra la ayuda humanitaria en la frontera.
- La cruzada legal liderada por el fiscal general Ken Paxton ha puesto en la mira a organizaciones.
- La ofensiva de Paxton forma parte de una estrategia más amplia del estado para reforzar su control fronterizo.
Bajo la administración del gobernador republicano Greg Abbott, Texas ha intensificado los esfuerzos para reprimir cualquier forma de apoyo a migrantes en su frontera con México.
La cruzada legal liderada por el fiscal general Ken Paxton ha puesto en la mira a organizaciones como la Casa de la Anunciación, un bastión católico que brinda ayuda humanitaria a migrantes desde hace décadas en El Paso, Texas.
Paxton, conocido por su alineación con políticas restrictivas hacia la migración, ha intentado cerrar estos refugios bajo acusaciones de facilitar la inmigración ilegal.
En un reciente enfrentamiento judicial, el juez Francisco X. Domínguez rechazó las demandas de Paxton, argumentando motivaciones políticas más que legales.
La Casa de la Anunciación, fundada en 1978, ha servido como un faro de esperanza para más de medio millón de migrantes, ofreciendo alimentos, techo y asesoría legal.
Su director, Rubén García, ha defendido vehementemente la labor de la organización, denunciando los intentos de Paxton como ilegales e inmorales.
Este caso no es único; otras organizaciones sin fines de lucro como Caridades Católicas también enfrentan escrutinio legal similar.
La ofensiva de Paxton forma parte de una estrategia más amplia del estado para reforzar su control fronterizo, incluyendo el despliegue de la Guardia Nacional y la promulgación de leyes restrictivas como la SB4.
En un contexto de creciente polarización política y humanitaria, estas acciones reflejan un enfrentamiento entre la asistencia humanitaria y las políticas migratorias severas en Texas, con repercusiones que van más allá de sus fronteras.
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