- Explosión de buscas y walkie-talkies sacude a Hezbolá.
- El misterio detrás de esta compleja acción ha levantado especulaciones entre especialistas.
- Los expertos creen que para realizar este ataque, fue necesario modificar los dispositivos físicamente.
El pasado martes, una serie de explosiones de dispositivos de busca dejó un saldo trágico en Líbano: al menos 12 muertos y más de 3,000 heridos, la mayoría de ellos miembros del grupo libanés Hezbolá.
Este ataque, calificado por expertos en telecomunicaciones y seguridad como «sin precedentes», ha dejado perpleja a la comunidad internacional, incluyendo a David Marugán, consultor especializado en seguridad y radiocomunicaciones, quien describió la operación como “bárbara”.
El misterio detrás de esta compleja acción ha levantado especulaciones entre especialistas, quienes coinciden en que combinar explosivos con tecnología y espionaje no es tarea sencilla.
Medios como Reuters informaron que, además de los buscas, al día siguiente comenzaron a explotar walkie-talkies en poder de Hezbolá, causando nueve muertos y 300 heridos más. Estas explosiones parecen relacionarse, pues ambos dispositivos adquiridos aproximadamente en la misma época.
Operación sin precedentes
Aunque no es la primera vez que colocan explosivos en dispositivos electrónicos, como ocurrió en 1996 cuando un líder de Hamás murió tras la explosión de un móvil, este ataque fue distinto. Se ha logrado coordinar una explosión simultánea a gran escala en múltiples dispositivos, lo que plantea desafíos técnicos nunca antes vistos.
Un antecedente notable es el ataque cibernético conocido como Stuxnet, que en 2010 destruyó parte del programa nuclear iraní. Sin embargo, este caso en Líbano combina tanto elementos cibernéticos como físicos, con la intervención en los aparatos de busca y walkie-talkies.
¿Cómo lograron modificar los buscas?
Los expertos creen que para realizar este ataque, fue necesario modificar los dispositivos físicamente, añadiendo explosivos y alterando el firmware de fábrica para activarlos. Los buscas involucrados eran de la marca taiwanesa Gold Apollo, distribuidos por una empresa húngara llamada BAC. A pesar de que Israel no ha confirmado su implicación, las teorías apuntan a que la intercepción de estos dispositivos pudo haberse dado durante el transporte o distribución.
El método más probable, según especialistas, sería reemplazar los dispositivos originales por otros modificados durante su tránsito. Otra posibilidad más arriesgada es que la modificación se haya realizado directamente a bordo de un barco o en otro punto de la cadena de suministro.
Explosiones controladas pero sin más información
Si bien la operación ejecutada con precisión, surge la pregunta de por qué los atacantes no aprovecharon las modificaciones para obtener más información de los dispositivos. Aparentemente, los busca estallaron al recibir un mensaje de activación, lo que sugiere que los explosivos estaban listos para detonarse en cualquier momento.
Los investigadores creen que esta decisión se tomó para evitar que algún fallo técnico revelara la intervención. Las fuentes apuntan a que el ataque podría haber sido parte de una estrategia militar más amplia.
El uso de buscas en lugar de móviles
Hezbolá recurrió a estos dispositivos en un intento por evitar el espionaje israelí, ya que los móviles modernos pueden utilizarse para rastrear y espiar a sus usuarios. En una declaración en febrero, el líder de Hezbolá, Hasan Nasralá, advirtió sobre los riesgos de los teléfonos móviles, describiéndolos como «agentes mortales». Sin embargo, el ataque demuestra que incluso un busca, aparentemente más básico, puede transformarse en una herramienta letal.
Este evento reafirma la capacidad de Israel para ejecutar operaciones tecnológicas y letales con precisión, manteniendo su ventaja en el campo del espionaje.
0 comentarios