- EU refuerza vigilancia aérea en la frontera con México.
- El Departamento de Defensa de EE. UU. ha autorizado un incremento de los vuelos de vigilancia.
- Las autoridades estadounidenses siguen señalando que se necesitan más operaciones conjuntas.
La “crisis del fentanilo” que afecta a la frontera sur de Estados Unidos sigue siendo una de las principales preocupaciones para las autoridades estadounidenses. En un reciente informe ante el Senado, el general Gregory Guillot, jefe del Comando Norte (Northcom), confirmó que, a pesar de los esfuerzos por aumentar la vigilancia en la zona, se requieren acciones adicionales para enfrentar la creciente amenaza de los cárteles mexicanos involucrados en la producción y distribución de esta droga mortal.
El Departamento de Defensa de EE. UU. ha autorizado un incremento de los vuelos de vigilancia y reconocimiento en la frontera sur, con el fin de recopilar información sobre las operaciones de los cárteles. No obstante, según Guillot, a pesar de este aumento en la recopilación de datos, la situación no ha mejorado significativamente.
«¿Estamos haciendo algún progreso ahora?, ¿ha mejorado?», preguntó el senador republicano de Misisipi, Roger Wicker. La respuesta de Guillot fue clara: «No, no diría que ha mejorado, pero creo que tenemos una mejor base ahora», haciendo alusión al aumento de la inteligencia disponible para enfrentar la amenaza.
Este aumento en la cooperación entre EE. UU. y México, como señaló Guillot, ha sido clave para monitorear las actividades de los cárteles. Sin embargo, las autoridades estadounidenses siguen señalando que se necesitan más operaciones conjuntas, mayores recursos y la autorización de nuevas acciones para avanzar en la lucha contra los cárteles de droga.
«Más, más ISR (vigilancia y reconocimiento) es lo primero», explicó el general, quien también destacó la necesidad de contar con más autoridades para asesorar y apoyar operaciones conjuntas.
Aunque las palabras de Guillot reflejan un aparente progreso en la colaboración entre ambos países, la falta de avances concretos en la confrontación directa con los cárteles y la violencia generada por el tráfico de fentanilo dejan claro que las medidas actuales no son suficientes. A pesar de los esfuerzos por mejorar la inteligencia compartida, el estancamiento en los resultados plantea dudas sobre la efectividad de la estrategia implementada.
La creciente violencia generada por el narcotráfico y la crisis del fentanilo no solo pone en jaque la seguridad en la frontera, sino que también deja en evidencia las limitaciones de una cooperación que aún no ha dado resultados tangibles. La presencia ampliada de las fuerzas estadounidenses, junto con un llamado a incrementar la cooperación marítima con la Guardia Costera, es un intento más por abordar una crisis que sigue golpeando a ambos países, sin que hasta el momento se vislumbre una solución efectiva.







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