- El negocio mortal de las armas que cruzan la frontera.
- Muchas de las armas recuperadas en México pasaron por un mercado secundario antes de llegar al país.
- El Ejército mexicano ha adquirido legalmente unas 62,000 armas durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
Palmetto State Armory, una tienda de armas ubicada en Columbia, Carolina del Sur, ha lanzado promociones por el Día del Trabajo que incluyen un AR-15—el rifle más usado en tiroteos masivos—con un descuento del 50%. Además, ofrecen municiones de 9 milímetros a 25 centavos por bala si se adquiere una caja de mil. También destaca una oferta para la Glock .45 a un precio de 600 dólares.
La misión de esta armería es clara: «Queremos vender cuantos rifles AR-15 y AK-47 sean posibles y ponerlos en uso hoy en Estados Unidos», declaran en su sitio web.
Sin embargo, los productos de esta armería alimentan una guerra a miles de kilómetros de distancia. En octubre de 2020, el Ejército mexicano recuperó un rifle de alto poder vendido por Palmetto tras un enfrentamiento con presuntos sicarios en San Luis Potosí. Esto solo un ejemplo de las 543 armas fabricadas por Palmetto recuperadas en México en los últimos nueve años, todas cruzando la frontera para engrosar el arsenal de la delincuencia organizada.
Este dato es parte del informe Iron River, elaborado por la organización Stop US Arms to Mexico, que detalla el flujo masivo de armas provenientes de Estados Unidos hacia México. Entre 2015 y 2022, se registraron 250,000 armas que cruzaron al sur, muchas de ellas vendidas en ciudades como Houston, Tucson y Phoenix, que se destacan como las principales exportadoras de armamento a México.
John Lindsay-Poland, autor del informe, obtuvo esta información tras años de solicitudes a la Agencia Federal de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) en Estados Unidos, logrando superar la barrera de la enmienda Tiahrt, que limita la divulgación de datos sobre el rastreo de armas. Según el informe, dos de cada tres armas recuperadas en México fabricadas en Estados Unidos, y un 30% de estas pertenecen a marcas como Smith & Wesson, Colt, Glock y Beretta. El Gobierno mexicano ha presentado una demanda contra estas compañías, buscando reparaciones por los daños causados por la violencia armada en el país.
El informe también revela que muchas de las armas recuperadas en México pasaron por un mercado secundario antes de llegar al país, lo que subraya la necesidad de regular el mercado de armas en Estados Unidos para evitar futuras tragedias. En los últimos ocho años, México ha recuperado 800 rifles calibre .50, la mayoría fabricados por Barrett en Tennessee, considerados por expertos como las armas más destructivas del mercado.
EL EJÉRCITO MEXICANO HA ADQUIRIDO LEGALMENTE 62 MIL ARMAS DURANTE EL SEXENIO DE AMLO
Además de las armas traficadas ilegalmente, el Ejército mexicano ha adquirido legalmente unas 62,000 armas durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, según revela el informe. En los últimos meses, México ha importado 10,571 rifles militares de Estados Unidos, una cifra alarmante que coloca al país como el segundo mayor comprador mundial de este tipo de armamento, solo por detrás de Jordania.
Lindsay-Poland cuestiona la política exterior de Estados Unidos, que permite la venta de armas a instituciones mexicanas con historial de violaciones a los derechos humanos. Además, señala la colusión entre algunas agencias de seguridad mexicanas y el crimen organizado, lo que exacerba la violencia en el país.
A pesar de estos alarmantes datos, el flujo de armas hacia México parece no tener fin, alimentando una violencia que ha dejado más de 200,000 asesinatos en el actual sexenio, convirtiéndolo en el más violento desde que se tiene registro.
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