- Brutal detención en California indigna a la comunidad latina.
- Su caso ha provocado indignación y reabre el debate sobre la brutalidad migratoria en EU.
- Una historia que pone rostro a la violencia migratoria.
Padre de tres soldados estadounidenses, jardinero y residente en EE.UU. desde hace 31 años, Narciso Barranco fue arrestado violentamente en Santa Ana. Su caso expone la dureza de la política migratoria bajo el Gobierno de Donald Trump.
Narciso Barranco, un mexicano de 48 años, fue arrestado con violencia por agentes de la Patrulla Fronteriza el pasado fin de semana en la ciudad de Santa Ana, California. Las imágenes de su detención, en las que se observa a varios oficiales golpeándolo en el suelo y subiéndolo por la fuerza a una camioneta, han generado indignación nacional e internacional.
Barranco, padre de tres militares estadounidenses, trabajaba como jardinero en una cafetería cuando ocurrió el operativo. Sin antecedentes penales y con más de tres décadas viviendo en Estados Unidos, su único «delito» ha sido ser indocumentado.
Una detención brutal en plena jornada laboral
Según testimonios, Narciso fue abordado por agentes encapuchados cerca de un Home Depot, donde se desarrollaba un operativo de inmigración. Al ser cuestionado por su estatus migratorio, presuntamente trató de alejarse. Su hijo mayor, Alejandro Barranco, relató que su padre corrió porque “no sabía quién lo perseguía y se asustó”.
Un video grabado por un testigo muestra cómo los agentes le rocían gas pimienta en la cara y lo golpean reiteradamente. “¿Por qué le pegas?”, se escucha gritar a uno de los clientes del restaurante mientras Barranco es golpeado con una porra metálica.
Una familia que ha servido a Estados Unidos
Narciso Barranco es padre de tres ciudadanos estadounidenses: uno de ellos veterano en Afganistán y dos más en servicio activo como infantes de marina en Camp Pendleton. A pesar de eso, las autoridades lo catalogaron simplemente como “un ilegal”, según palabras de Patricia McLaughlin, portavoz del Departamento de Seguridad Interior.
La familia Barranco ha denunciado la brutalidad del operativo. Alejandro declaró: “Luché por la justicia y me enfurece que mi país haga esto a su gente”. En una llamada telefónica desde el centro de detención, Narciso pidió a su hijo que terminara el trabajo que había dejado inconcluso: “Me pidió que barriera el estacionamiento donde lo detuvieron. Eso era lo que más le preocupaba”, relató Alejandro.
Apoyo legal y comunitario
El Consulado de México en Los Ángeles confirmó que Barranco se encuentra bajo custodia del ICE. Presentaba dolores intensos en el hombro y la camisa rota tras la detención. Las autoridades mexicanas han solicitado atención médica inmediata y han ofrecido asistencia legal.
La familia ha lanzado una campaña en GoFundMe para cubrir los gastos de defensa legal, y en pocos días han recaudado más de 145 mil dólares. “Más allá del dinero, solo queremos a nuestro padre de regreso”, escribieron en la página.
Un caso que refleja una política migratoria agresiva
El caso de Narciso Barranco ha encendido el debate sobre el uso excesivo de la fuerza y la criminalización de los migrantes. En pleno año electoral, esta situación se suma a una larga lista de acciones polémicas bajo la administración de Donald Trump, que ha intensificado su discurso y operativos contra personas sin estatus legal.

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