- Sheinbaum recuerda el Movimiento del 68 y el legado de su madre.
- Sheinbaum destacó la valentía de su madre, quien ayudaba a los estudiantes del IPN.
- Pablo Gómez, presente en la conferencia, compartió su testimonio.
En su primera conferencia de prensa como presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo dedicó un emotivo homenaje al movimiento estudiantil del 2 de octubre de 1968, un evento que marcó la historia del país con al menos 400 muertos tras la represión en Tlatelolco.
En un acto de memoria, Sheinbaum compartió un aspecto personal de esa tragedia, mencionando la participación de su madre, Annie Pardo Cemo, en las protestas que buscaban un México más democrático.
«Soy hija del 68. Mi madre participó en ese movimiento estudiantil», afirmó la mandataria, recordando cómo su madre, entonces profesora del Instituto Politécnico Nacional (IPN), fue expulsada tras su implicación en la lucha. Con tan solo seis años, Sheinbaum vivió de cerca las secuelas del movimiento, un evento que, según sus palabras, fue muy doloroso, pero que abrió las puertas hacia un país más libre y democrático.
Desde el Palacio Nacional, Sheinbaum destacó la valentía de su madre, quien ayudaba a los estudiantes del IPN mientras Claudia era apenas una niña.
«Fue un momento doloroso, pero necesario», señaló, haciendo referencia también a Pablo Gómez Álvarez, político mexicano y actual titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), quien fue uno de los líderes del movimiento. Gómez fue arrestado durante las manifestaciones y pasó varios años en la prisión de Lecumberri, un episodio que Sheinbaum recordó con especial emoción.
Pablo Gómez: Un testigo del 68
Pablo Gómez, presente en la conferencia, compartió su testimonio como uno de los protagonistas del movimiento. Describió las manifestaciones de 1968 como un levantamiento por las libertades democráticas en contra de un régimen opresivo, donde no solo los estudiantes reprimidos, sino también sectores como el magisterio, los telefonistas y los telegrafistas.
Gómez recordó cómo el gobierno de la época justificó la brutal represión alegando que trataba de una conspiración, versión oficial ampliamente criticada con el paso del tiempo.
A más de cinco décadas del 68, Claudia Sheinbaum y Pablo Gómez trajeron de vuelta a la memoria colectiva uno de los capítulos más oscuros, pero determinantes, en la historia de México, en un contexto donde la presidenta busca dar continuidad a los ideales de justicia y democracia que motivaron aquellas protestas.
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