- Sheinbaum pide que le regresen su programa a Macalpin.
- Al conductor lo despidió en vivo el director del Canal 66 de Mexicali.
- Este incidente resalta la delicada relación entre los medios de comunicación y la política en el país.
Claudia Sheinbaum, presidenta de México, se pronunció enérgicamente sobre el despido de Gustavo Macalpin, un reconocido conductor de televisión en Baja California. Durante La Mañanera del Pueblo de este miércoles 9 de octubre, Sheinbaum expresó su desacuerdo con la forma en que se manejó la situación, sugiriendo que el despido podría estar relacionado con las opiniones que Macalpin había compartido en su programa.
“Que le regresen su programa. No es correcto si la decisión se tomó porque habló mal de la gobernadora o de alguien más”, afirmó Sheinbaum, evidenciando su preocupación por la libertad de expresión y el derecho de los comunicadores a expresar sus opiniones sin temor a represalias.
Este incidente se produce en un contexto donde el diálogo político y los medios de comunicación juegan un papel fundamental en la opinión pública. Sheinbaum, quien cuestionó a la gobernadora del estado sobre este asunto durante la mañana del miércoles, reiteró su postura al respecto. La gobernadora, por su parte, también condenó la decisión de despedir a Macalpin y aseguró que no tuvo ninguna participación en ella.
Detalles
El despido de Gustavo Macalpin tuvo lugar en un momento particularmente crítico, durante la transmisión en vivo de su programa, cuando recibió a Luis Arnoldo Cabada, propietario de la televisora Canal 66. Tras este suceso, surgieron especulaciones sobre las verdaderas razones detrás de su despido, con rumores que apuntan a que su salida podría haber estado relacionada con comentarios que realizó sobre Carlos Torres, esposo de la gobernadora, quien recientemente fue designado como coordinador de Proyectos Estratégicos en Tijuana.
Este incidente no solo resalta la delicada relación entre los medios de comunicación y la política en el país, sino que también plantea interrogantes sobre la libertad de expresión y las posibles consecuencias de criticar a figuras públicas. La comunidad periodística y los ciudadanos en general observan con atención cómo se desarrolla esta situación, ya que podría sentar un precedente importante para el futuro de la comunicación en el estado.
0 comentarios